'Qué tiene, ladritillitos coloraos, dime que tiene, que loquito a mi me tiene'. Lo cantaba la chirigota de Manolito Santander allá por 1997 con 'El séptimo de caballería' en lo que fue un pasodoble que sin duda explica bien lo que supone cantar en un coliseo tan emblemático como el Gran Teatro Falla.

Es sin duda uno de los símbolos del Carnaval de Cádiz. El templo de las coplas durante un mes al año y un lugar privilegiado en el que disfrutar de la fiesta grande Cádiz. Pero el Gran Teatro Falla es mucho más. Carnavalero por excelencia, emblema de la cultura del mundo. Conciertos, ópera, actuaciones de todo tipo. La historia del Gran Teatro, como en un principio se le conocía, está llena de secretos, entresijos y momentos que se han vivido en los rincones de este singular edificio.

Alicia Jurado, historiadora del arte y guía turística, explica en los micrófonos de COPE desde el propio Teatro Falla algunas de sus características. "El Falla es un emblema de la ciudad de Cádiz, un símbolo. Se llama el templo de 'los ladrillos coloraos' por sus dovelas rojas que le hacen ser muy cacacterístico. Es un edificio de la burguesía gaditana de finales del siglo XIX cuando se construye este teatro aunque previamente hay uno que se hace de madera y que sale ardiendo. En 1884 comienza a construitrse el Gran Teatro y se termina en 1905 pero no se inaugura hasta 1910. Un aspecto curioso es que se llama Gran Teatro Falla desde 1926 cuando se hace hijo predilecto de Cádiz a Manuel de Falla".

El Teatro Falla tiene un aforo de 1.214 espectadores. "Con las reformas posteriores se redució en parte el aforo pero en un principio acogía a más público. Las tablas del Falla fueron en su día las más grandes de España y tienen por debajo dos pisos con un pozo de mareas que dice la leyenda que la sonoridad del Teatro Falla sea mágica", explica Jurado.

El Gallinero y el techo de Abarzuza

Sin duda, el Gran Teatro Falla tiene en su techo y el Paraíso, conocido como Gallinero, lugares mágicos. "El Gallinero se llama así por el alboroto aunque su nombre es Paraíso porque mucha gente cree que es por el techo del Falla, la pintura de Abarzuza. Hay gente que cree que es una alegoría al paraíso cuando realmente es una alegoría al Olimpo de los dioses".

¿Por qué se llama Paraíso?

Alicia Jurado explica esta curiosidad. "Se le llama Paraíso a esa zona del Teatro no por la pintura, sino por su relación con las Constitución de 1812. Tiene su relación con el Oratorio de San Felipe Neri donde se promulgó La Pepa. En la zona alta la gente podía observar las sesiones de Cortes, entrando por la puerta de las almas del paraiso. Subían por una escalera de caracol y se observaban las Cortes desde la zona más alta, el Paraiso, lo que se ha trasladado al Gran Teatro Falla".

El ambigú y las viseras a los niños

Otro de los lugares mágicos del Falla es el ambigú. "Una de las zonas más llamativas del Teatro. Tiene una serie de pinturas de Abarzuza con las cuatro estaciones del año. Una cosa muy curiosa es que cuando venían niños al teatro se les daba una visera para cuando llegaran al ambigú no pudieran levantar la cabeza y ver las pinturas en las que hay cuerpos desnudos".

El Falla, un centro cultural

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El Falla es algo más que un teatro. "Es símbolo del arte y de la cultura. Por supuesto del Carnaval, la primera vez que se escuchó coplas de carnaval fue en 1927 con la agrupación de Cañamaque 'Los Pelotari'. Cádiz tenía muchos teatros pero la burguesía quería presumir de un coliseo como este, el Gran Teatro Falla", explica la historiadora Alicia Jurado.

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