El fregadero es una de las instalaciones de la casa que más gérmenes acumula, en él se concentran hasta 100.000 veces más microorganismos que en el baño. De aquí la importancia de limpiarlo y desinfectarlo con regularidad, y no solo para acabar con la suciedad y los malos olores, sino también para evitar posibles atascos.

En este sentido, es necesario retirar bien la comida antes de fregar los platos o los utensilios, lo que hará más complicado que se acumulen los restos que pueden obstruir las tuberías. También se desaconseja verter el aceite de cocinar por el desagüe, ya que puede solidificarse y provocar un atasco, y más si contiene restos de alimentos. Además, arrojar productos productos químicos más allá del detergente de fregar los platos, tampoco es aconsejable debido a lo grasientos que son y a los problemas que pueden provocar.

Si aún así tu fregadero ha sido víctima de un atasco, puedes recurrir al truco casero que te explicamos a continuación. Para ello,tan solo tienes que utilizar agua hirviendo y lejía. Por cada cinco litros de agua se debe echar un vaso de lejía. Y es que el agua hirviendo es un perfecto desatascador y además, al llevar lejía se eliminan los malos olores y se consigue una completa desinfección.

Otra de las mezclas estrella es el vinagre con bicarbonato. Esta combinación de productos no solo ayuda a retirar la suciedad más fácilmente, también funciona genial para desinfectar y desengrasar. Tan solo debemos echar una taza de bicarbonato por el desagüe asegurándonos que se filtra bien por el hueco, y otra de vinagre. A continuación, colocaremos el tapón y pasados unos treinta minutos, verteremos el agua caliente para ver si ha funcionado. Si no es el caso, podemos repetir la operación varias veces.

Esta alternativa es mucho más respetuosa con las tuberías que los desatascadores químicos, pues la mayoría son muy corrosivos y pueden provocar daños considerables. Aunque algunos son sencillos de usar y de gran calidad, son mucho más caros.

Los trucos que necesitas para hacer frente al calor y por muy poco dinero

Ahora que ya viene el verano y con él, el calor, queremos dar a conocer los distintos trucos para hacerle frente de una maner muy económica. El primero consiste en el uso de toldos, persianas y cortinas que sean de materiales y tejidos ligeros y que no sean de un color muy oscuro. También es aconsejable abrir la ventana durante unos 10 minutos a primera hora de la mañana, cuando el aire es más fresco.

Un aparato que puede convertirse en nuestro gran aliado durante esos días es el famoso ventilador, que enfría el aire al removerlo y proporciona una sensación de entre tres y cuatro grados menos. Otro truco es la corriente de viento que se consigue abriendo la ventana de un modo determinado, lo que consigue que el aire circule de un modo distinto.

Una solución fundamental es también la hidratación. Beber una gran cantidad de agua es algo fundamental, aunque las hojas de menta también dan un frescor inmediato. Por último, otra gran opción es la de utilizar los electrodomésticos fundamentales, tenerlos puestos en marcha a la vez produce más calor.