Ola de calor: este es el truco japonés para refrescar tu coche en verano en solo 30 segundos y sin utilizar el aire acondicionado

En verano, los coches aparcados al sol pueden convertirse en auténticos hornos. Y lo peor es que, cuando entras, por mucho que enciendas el aire acondicionado, el calor tarda en irse. Además, ese gesto dispara el consumo de combustible. Por eso, un truco rápido y sencillo se ha hecho viral entre conductores: ventilar el interior en segundos, sin encender el aire.

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El método es muy fácil. Solo hay que bajar del todo una ventanilla, preferiblemente del copiloto, y desde el lado opuesto —el del conductor— abrir y cerrar varias veces la puerta. De esa forma, se genera una corriente de aire que empuja el calor hacia fuera. El vídeo lo ha publicado en TikTok @chollometro y apunta que con este gesto puedes “refrescar tu coche en 30 segundos y sin aire acondicionado”.

Este truco, aunque parezca casero, tiene su lógica. El Real Automóvil Club de España (RACE) lo respalda y explica que sirve para “sustituir el aire caliente acumulado dentro del habitáculo por aire del exterior”. Aunque fuera haga también calor, el aire interior puede superar fácilmente los 50 o 60 grados, así que cualquier recambio mejora la situación. Según RACE, con esta técnica se puede llegar a reducir hasta 10 grados la temperatura interior.

¿POR QUÉ FUNCIONA TAN BIEN?

Durante horas al sol, el coche actúa como una especie de invernadero. Los rayos del sol atraviesan las lunas, calientan las superficies —el salpicadero, los asientos, el volante—, y esos materiales absorben el calor y luego lo liberan poco a poco. 

Este calor se acumula en el aire del habitáculo, que queda atrapado sin escapatoria. Lo que hace este truco es forzar un “barrido” rápido de ese aire recalentado. Al abrir y cerrar la puerta, se empuja literalmente el aire caliente hacia fuera y se introduce aire algo más fresco, aunque también venga del exterior. El cambio se nota enseguida.  

CONSEJOS EXTRA PARA COMBATIR EL CALOR EN EL COCHE

Además de este truco exprés, hay algunas recomendaciones útiles para que el coche no se convierta en un horno. Una de las más efectivas es dejar el coche ventilando un par de minutos antes de arrancar, con las puertas o ventanas abiertas. Esto permite que parte del calor acumulado salga de forma más natural.

Siempre que se pueda, es preferible aparcar en zonas de sombra. Y si no queda otra que dejarlo al sol, colocar un parasol en el parabrisas delantero puede marcar la diferencia: reduce el efecto del sol directo sobre los asientos y el salpicadero, que son los que más temperatura acumulan.

Desde RACE también recuerdan que hay que tener cuidado al hacer este tipo de maniobras, sobre todo si se está en una calle con tráfico. Antes de abrir y cerrar puertas repetidamente, hay que comprobar que no se aproxima ningún coche, moto o ciclista, y actuar solo cuando sea seguro hacerlo.