En más de una ocasión, cuando nos decidimos por qué tipo de mascota nos llevamos a casa, la diferencia clave entre un gato y un perro puede que sea que una de las personas de la familia o que reside en la casa sea alérgico a uno de ellos. En la mayoría de los casos suelen ganar los canes por la facilidad de que los síntomas los produzca el pelaje de los felinos. Es por ello que te subrayamos que hay una raza de gato que, no sólo es más amigable para convivir con los más pequeños del hogar, sino que es la única que es apta para los alérgicos.

Antes de nada hay que recordar que los alergólogos y expertos señalan que hay dos tipos de alergias que producen estos animales. Una de ellas si que la produce el animal directamente, pero la segunda tiene más que ver con lo que el pelaje de este arrastra, que en muchos casos es una gran cantidad de polvo y ácaros. La representación gráfica es como si estuviéramos abrazados a una escoba. Es por ello que, en muchas ocasiones, acudimos al experto aquejando una alergia hacia la mascota que poco tiene que ver.

En el segundo caso sí está directamente relacionado con el gato, concretamente con la proteína Fel D1. Esta se encuentra en la saliva y en las glándulas sudoríparas del gato. El animal, por lo tanto, lo que hace es esparcir esta proteína a lo largo del pelaje al lamerse, lo que ocasiona los síntomas en el dueño

La única raza de gatos apta para alérgicos

Por lo tanto, y una vez ha quedado claro el origen de la alergia de los humanos a los felinos, es fácil encontrar la raza de gato que no la produce, y estos son aquellos en los que hay una menor concentración de la proteína Fel D1. Estos son los gatos siberianos, de profundo pelaje, pero que presentan un porcentaje mucho más bajo de concentración de la causante del cuadro alérgico.

Se trata de una raza de gato de origen ruso y con una peculiar mata de pelo, mezcla entre los gatos occidentales que conocemos y los felinos salvajes de los bosques de Siberia. En concreto se trata de animales que tienen afable y proclive al juego, por lo que son buenos para tenerlos en casas donde también hay niños pequeños. Además, se trata de un tipo de gato muy fiel.

Consejos si vivimos con un gato y tenemos alergia

No obstante, si ya hemos optado por una raza que nos produce los síntomas existen dos tipos de tratamientos medicinales: vacuna o antihistamínico. Para estos cuales es necesario receta y recomendación del especialista en materia. Por norma general, estos deberían reducir las reacciones de nuestro organismo, pero a veces no es suficiente por lo que completar el tratamiento con otras medidas será más eficaz.

Además, debemos intensificar las medidas de higiene del animal: Lava su cama y sus recipientes frecuentemente. Además, si duchas al gato con asiduidad conseguirás disminuir la carga alergénica que se acumula en su pelo y caspa. Eso sí, hay que recordar que el uso frecuente de agua y jabón reseca la piel y el pelaje y esto puede provocar una mayor producción de caspa, descamación y residuos.