La razón por el que las letras F y J de tu teclado tienen una raya debajo de la tecla: tienen una función oculta y poco conocida
Mucha gente no conoce la razón por las que estas teclas son especiales, y la explicación es sorprendente

Las letras F y J son las únicas en el teclado que tienen una raya debajo de la tecla
Madrid - Publicado el
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¿Alguna vez te has preguntado por qué las teclas F y J de tu teclado tienen una pequeña rayita en relieve? Es muy probable que las hayas tocado miles de veces, incluso ahora mismo, mientras lees esta noticia, sin haber reparado nunca en su presencia. Y sin embargo, esas discretas marcas tienen una función muy clara, nacida hace más de medio siglo.
Este diseño, lejos de ser decorativo, es una pieza clave en la forma en la que millones de personas escriben sin mirar. Y su origen se remonta a una época en la que la mecanografía era una habilidad tan esencial como lo es hoy saber usar un ordenador.

Muchos no se fijan de este detalle en sus teclados
LA RAZÓN POR LAS QUE LAS LETRAS F Y J TIENEN ESTA RAYA
Estas marcas táctiles permiten a los usuarios colocar los dedos índices en la posición correcta sin mirar el teclado. A partir de esa referencia, el resto de los dedos se sitúan automáticamente en lo que se conoce como la “fila base” de escritura. Es decir, la línea de teclas que incluye A, S, D, F para la mano izquierda y J, K, L, Ñ para la derecha.
El objetivo es que el usuario pueda escribir de forma rápida y precisa usando todos los dedos, simplemente guiándose por el tacto. Esta técnica, conocida como “mecanografía al tacto”, evita que tengamos que bajar la vista al teclado constantemente. Es una habilidad que se enseñaba en academias durante el siglo XX y que todavía se aplica, aunque ahora de forma más informal.

Esta técnica está pensada para no tener que bajar la vista constantemente
Este mismo principio se aplica al teclado numérico que suele encontrarse en el lateral derecho de muchos ordenadores. Ahí, la tecla número 5 también incluye una pequeña marca para que el usuario ubique correctamente el dedo medio, que es el punto de partida en este tipo de teclados.
Gracias a este detalle, muchas personas que trabajan con hojas de cálculo, programas de contabilidad o gestión de datos pueden operar con rapidez sin mirar sus manos.
Este método sirve para tener facilidades de cara a escribir sin tener que mirar directamente al teclado
LA HERENCIA DE LAS MÁQUINAS DE ESCRIBIR
Aunque parezca una innovación moderna, la idea de incluir referencias táctiles en el teclado no nació con los ordenadores, sino con las máquinas de escribir. A medida que la mecanografía se popularizaba como disciplina en el siglo XX, surgió la necesidad de ayudar a los mecanógrafos a ubicar sus dedos correctamente sin apartar la vista del texto.
Las primeras máquinas no tenían este tipo de guías, pero con el tiempo, y gracias al desarrollo de métodos de escritura estandarizados, se convirtió en una práctica común.
Fue la compañía IBM la que dio el gran paso para consolidar este diseño en los teclados modernos. Durante las décadas de 1970 y 1980, IBM lanzó modelos como el IBM Model F y el IBM Model M, que incluían claramente las marcas en las teclas F y J. Este diseño fue tan eficaz que prácticamente todos los fabricantes lo adoptaron a partir de entonces.
Desde entonces, no importa si el teclado es QWERTY, QWERTZ o AZERTY, mecánico o de membrana: las teclas F y J siempre están marcadas con una rayita o relieve, incluso en muchos portátiles.
Aunque en internet circulan nombres como el de Junio E. Botich, que registró una patente en 2002 para modificar ciertas teclas con relieves, su invención no está relacionada con las famosas rayitas de F y J. Botich proponía otras modificaciones en teclas distintas y con otro tipo de diseño.

Este método se hereda de las máquinas de escribir
La verdad es que estas marcas no tienen un inventor único ni una patente concreta. Se trata más bien de una solución ergonómica que fue adoptada y perfeccionada con el tiempo, como tantas otras ideas en la historia del diseño industrial.
Lo más interesante de todo esto es que, aunque las rayitas en F, J y 5 pasan completamente desapercibidas para la mayoría, forman parte de nuestro día a día. Están ahí para ayudarnos, para mejorar la velocidad y precisión de nuestra escritura, y son fruto de más de un siglo de evolución en la forma en que nos comunicamos por escrito.
Así que la próxima vez que apoyes los dedos en tu teclado, ya sabes que no es casualidad que sientas un pequeño relieve bajo las teclas F y J. Es un legado silencioso de la mecanografía tradicional que, 50 años después, sigue guiando nuestras manos sin que apenas lo notemos.