Violeta, experta en derecho inmobiliario, explica lo más raro que ha visto contratar a un okupa: "Lo que os digo es totalmente cierto"
Violeta García, conocida en TikTok por desmontar bulos legales, ha respondido a las declaraciones de la influencer Marina Rivers sobre la okupación en España

Trabajadores vacían una casa okupada
Madrid - Publicado el
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La okupación ilegal de viviendas en España sigue siendo un problema estructural que combina crisis habitacional, vacíos legales y explotación de garantías judiciales. Según datos del Consejo General del Poder Judicial, en 2024 se registraron más de 15,000 denuncias por usurpación de inmuebles, un 12% más que el año anterior. Aunque solo el 0.06% del parque inmobiliario está afectado, la alarma social crece ante la lentitud de los procesos: un desahucio por okupación tarda una media de 18 meses en resolverse, frente a los 15 días que promete la nueva Ley Antiokupas 2025.
En este contexto, la abogada zaragozana Violeta García (@violetis.g), especializada en derecho inmobiliario, ha viralizado un testimonio revelador: "Me he encontrado okupas que tenían una señora de la limpieza. Lo que os digo es totalmente cierto".
La paradoja de los okupas con servicio doméstico
Violeta García, conocida en TikTok por desmontar bulos legales, respondió hace meses a las declaraciones de la influencer Marina Rivers sobre la okupación. Con casi dos años de experiencia en el sector, García desvela una realidad incómoda: "Hay quienes se aprovechan de leyes garantistas para vivir gratis, mientras declaran ingresos irrisorios y disfrutan de lujos". Entre sus casos más surrealistas, destaca el de ocupantes que contrataban a una empleada del hogar. "Son perfiles que trabajan en negro, reciben ayudas sociales y, sin embargo, pagan servicios privados. El sistema lo permite", denuncia.
Este fenómeno refleja una distorsión del perfil tradicional del okupa vulnerable. Según un informe de la Agencia Negociadora del Alquiler (ANA), el 23% de las ocupaciones en 2025 corresponden a "okupas profesionales", que rotan entre inmuebles y falsifican contratos para prolongar su estancia. La abogada insiste en que la justicia "premia la astucia": "Presentan tickets de compra o recibos falsos, y los jueces, ante la duda, paralizan los desalojos. Mientras, el propietario paga suministros y hasta el IBI".
La lentitud judicial vs. la nueva Ley Antiokupas
La reciente Ley Orgánica 1/2025, en vigor desde abril, promete agilizar los desalojos mediante juicios rápidos y medidas cautelares inmediatas. Sin embargo, expertos como el magistrado del Tribunal Supremo Vicente Magro advierten de obstáculos: "Sin una definición clara de 'flagrancia', la policía teme actuar. ¿Es flagrante una ocupación de 12 horas? La ley no lo especifica". García coincide: "Aunque un juez ordene el desalojo, los okupas recurren. Y mientras, la vivienda sigue en sus manos".
La norma tampoco aborda a los "inquiokupas" —inquilinos que dejan de pagar—, un problema mayor según la abogada. "Estos casos se tramitan por vía civil y pueden durar años. He visto propietarios mayores hipotecándose para pagar abogados, mientras el inquilino ilegal subarrienda habitaciones".

Bomberos en las inmediaciones de una casa okupada
Soluciones creativas y urgencia social
Frente a la parálisis institucional, surgen tácticas insólitas. En Francia, propietarios recuperan pisos invitando a los okupas a barbacoas para "crear un ambiente relajado" antes de pedirles que se marchen. En Italia, la primera ministra Giorgia Meloni endureció las penas a hasta siete años de cárcel y estableció desalojos exprés. García, sin embargo, reclama medidas preventivas: "Registros públicos de contratos de alquiler y alarmas conectadas a la policía. Si se detecta una intrusión en 24 horas, se evitarían el 80% de los casos".
Más sobre okupas
La abogada subraya la dualidad del problema: "Hay familias sin recursos que ocupan por desesperación, pero también redes organizadas. Una cliente encontró su piso en Airbnb gestionado por los okupas". Su testimonio resuena en un país donde, según el INE, el 34% de los jóvenes no puede independizarse por los precios del alquiler.
Un sistema colapsado
Violeta García sintetiza el drama en una frase: "La justicia protege más al que ocupa que al que trabaja para pagar su hipoteca". Mientras la Ley Antiokupas intenta acelerar procesos, casos como el de la "señora de la limpieza" revelan grietas profundas. Como señala el economista Gonzalo Bernardos, "la okupación es un negocio redondo para algunos, y una pesadilla para pequeños propietarios". La solución, concluye García, pasa por "menos burocracia, más recursos para los tribunales y políticas de vivienda reales". Mientras tanto, historias como las que relata seguirán siendo la norma, no la excepción.