Incendio Forestal de A Cañiza: los pueblos afectados de Pontevedra, Lugo y Ourense por la alerta de la Xunta

El incendio forestal declarado en la parroquia de O Couto, en A Cañiza, ha escalado a una situación crítica. En solo cinco horas, las llamas han devorado más de 200 hectáreas y han obligado a activar el sistema de alerta ES-Alert por parte de la Dirección Xeral de Emerxencia e Interior. El aviso, que llegó directamente a los teléfonos móviles de los residentes, ordenaba el confinamiento inmediato de varios núcleos poblacionales de la parroquia de Valeixe, entre ellos O Castro, A Portela o Barreiros.

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Según el alcalde del municipio, Luis Piña, el fuego se ha descontrolado por la combinación de altas temperaturas, vegetación reseca y el fuerte viento del nordés, condiciones que han facilitado la propagación rápida del incendio. “La situación es muy complicada. Hay conatos que saltan de un lado a otro y el fuego se ha extendido peligrosamente”, declaró el regidor. Varios vecinos han tenido que ser desalojados, aunque aún no se ha precisado la cifra exacta.

La proximidad del incendio a zonas habitadas obligó a desplegar a la Guardia Civil para cortar accesos y garantizar la seguridad en las carreteras locales. También se ha solicitado la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME) ante el comportamiento extremo del fuego, que ha llegado a amenazar viviendas en Nogueiró.

La Xunta de Galicia, por su parte, mantiene la situación 2 activa, un protocolo que se aplica cuando hay peligro real para las personas y sus viviendas. La situación se vuelve aún más compleja con el brote de nuevos focos en otras provincias gallegas.

Otros incendios en Lugo y Ourense

Mientras A Cañiza concentra la atención mediática y de los servicios de emergencia, el mapa de incendios forestales en Galicia muestra un preocupante patrón de focos simultáneos. En Lugo, el fuego ha calcinado más de 20 hectáreas en Carballedo, aunque las autoridades lo dan por estabilizado. También permanece bajo vigilancia otro incendio en San Mamede de Lousada, afectando a una superficie similar.

En la provincia de Ourense, el municipio de Carballeda de Avia lucha contra un incendio que, pese a haber sido controlado en primera instancia, se ha reactivado por el cambio en las condiciones meteorológicas, especialmente por el viento racheado. Los servicios de extinción han movilizado decenas de brigadas, helicópteros y aviones para frenar el avance de las llamas.

Además, se mantienen activos otros frentes en localidades como Arbo y Tomiño, este último con vecinos desalojados durante la madrugada por el riesgo inminente para sus hogares. La situación llevó a cortar tramos ferroviarios en la línea Ourense-Vigo y a restringir la circulación en varias carreteras.

La conselleira de Medio Rural, María José Gómez, ha pedido a la ciudadanía la máxima precaución y ha recordado que incluso actividades agrícolas o barbacoas pueden derivar en fuegos incontrolables en las actuales condiciones de sequía y calor. “Cualquier chispa puede ser el inicio de un gran incendio”, advirtió.

Galicia afronta un episodio crítico en materia de emergencia forestal, con la confluencia de factores como temperaturas extremas, pérdida de humedad en la vegetación y viento constante. Las autoridades insisten en que la rapidez en la notificación de cualquier columna de humo al 085, el teléfono de la Xunta, puede marcar la diferencia entre un susto y una tragedia.