Los hámsteres son animales pequeños que, aunque no lo parezca, necesitan cuidados muy específicos. Un error muy común que cometemos a la hora de tener un hámster como mascota es no proporcionarle un hábitat adecuado para ellos.

En primer lugar, tenemos que darle a nuestro hámster una jaula proporcional a su tamaño. Cuando tenemos a estos chiquitines en casa, tenemos que asegurarnos de que, en caso de que sea un hámster pequeño, tiene que ser de 70 x 45 centímetros, mientras que si se trata de un hámster más grande, las dimensiones tiene que ser de 85 x 45 centímetros. Y, si la jaula tiene un segundo piso, este no puede ser más grande que un tercio de las dimensiones de la jaula.

Lo ideal es que la puerta de la jaula se encuentre en uno de los laterales de la jaula. Según la veterinaria, Pilar González-Iglesias, explica que esto se debe porque si "a la hora de socializar con el hámster, si la puerta está arriba, cuando les cogemos van a tener la sensación de ser presa, ya que sus depredadores los cazan desde el aire".

También recomienda que la jaula sea de barrotes para que haya una mayor ventilación. Además, si tiene dos pisos, tenemos que tener en cuenta que la altura no sea superior a los 10 o 15 centímetros. Aunque esto también depende del tamaño del animal.

Ambiente enriquecido

Ahora que tenemos la jaula es hora de pensar en los elementos que vamos a meter dentro de esta. Es crucial que nuestro hámster tenga distintos objetos con los que entretenerse y así poder tener una vida lo cercana posible a como sería su vida en la naturaleza.

En cuanto la suelo, debemos usar un sustrato que sea de origen vegetal. "Hoy en día hay un montón de sustratos, por ejemplo, los pellets que vienen de papel reciclado son muy buenos", ha comentado la veterinaria. Encima de este hay que colocar paja o heno.

También es imprescindible que haya una casita, la cual debe ser de un material poroso. Puede ser de madera, coco o barro. Y, si queremos meter algún material dentro de este iglú, tiene que ser papel higiénico, de cocina o lecho.

En lo que respecta al tema de los juguetes, el objeto estrella es la rueda. "Debe ser lisa, independientemente del material que sea, pero no debe tener barrotes", ha confirmado. Y, un detalle muy importante es que tiene que ser lo bastante grande como para evitar que nuestro hámster curve la espalda.

"Otros elementos que podemos introducirles son ramas, troncos, puentes, cuevas de otro tipo... A veces con cambiarle de sitio las cosas es suficiente enriquecimiento para ellos", ha explicado Pilar. "En general, los hámsteres prefieren los túneles. Un simple rollo de papel higiénico podría servir".

Algo que es desconocido para la gente y que podemos ofrecerles a nuestra pequeña mascota son los baños de arena, dado que es su forma natural de quitarse el exceso de grasa y desparasitarse. Pero no debemos dejar el recipiente en la jaula de forma permanente, porque al igual que los gatos, lo convertirán en su retrete.

Por último, tenemos que poner en la jaula algo que puedan roer con los dientes. González-Iglesias no es muy fan de las pastillas de calcio, por lo que recomienda materiales más naturales, como madera o raíces, ya que estas también cubren la misma función.