Violeta de Nicaragua

Violeta Barrios Torres, este es el nombre de la heroína que ha fallecido a la edad de 94 años. Ha muerto en el exilio, en San José de Costa Rica, porque la dictadura de Ortega la expulsó de Nicaragua.

Durante siete años, entre 1990 y 1997, Violeta Chamorro, como era conocida, por el apellido de su marido, ocupó la presidencia de su país. Había sido parte de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional después de la derrota de Somoza, pero en su defensa de la democracia y contra la dictadura marcó una distancia insalvable frente al sandinismo. 

Violeta y su marido, Joaquín Chamorro, ejercieron el periodismo, militaron en la oposición a Somoza y la sufrieron en sus carnes. Joaquín Chamorro fue asesinado por la dictadura, Violeta se hizo cargo del periódico La Prensa y desde él sirvió a la democracia. 

Lo hizo en la vida política activa cuando en 1989 refundó el partido creado por su marido y se presentó a las elecciones. Como presidenta facilitó un proceso de transición que acabó con las luchas encarnizadas entre la Contra y los sandinistas. 

Ganó las elecciones de 1990 contra Daniel Ortega. Hoy, 35 años después, ese mismo Ortega ha hecho que doña Violeta sea honrada en el exilio. Se le han negado los honores de jefe de Estado y el derecho a ser enterrada en su patria, pero Ortega no puede nada contra la memoria de una verdadera y auténtica mujer libre. 

En Nicaragua, como ha recordado uno de sus hijos, no se podrá celebrar ni siquiera una Misa en recuerdo de Violeta Chamorro. Pero ella está en la oración y en el corazón de millones de nicaragüenses por ser la mujer que facilitó la democracia y la reconciliación.