Los socios mantienen la respiración artificial al Gobierno

La sesión de este miércoles en el Congreso se presentaba como un momento decisivo para el futuro de la legislatura. El presidente Sánchez compareció en la Cámara Baja con la intención de presentar una batería de medidas destinadas a recuperar la confianza de sus socios parlamentarios. Las propuestas anunciadas por el líder socialista no representaron ninguna revolución ni incluyeron anuncios rupturistas. Aun así, sus aliados parlamentarios dejaron claro que sus votos sólo responden al objetivo de evitar un gobierno alternativo. Sin apoyos sociales sólidos y con una mayoría parlamentaria tan frágil que ni siquiera permite aprobar unos presupuestos, la sesión transcurrió sin sorpresas. El presidente Sánchez intentó proyectarse, una vez más, como un estadista sacrificado que no dimite por responsabilidad y compromiso con el país.

Alberto Núñez Feijóo confrontó con dureza a Pedro Sánchez y le recordó que su trayectoria comenzó con episodios poco edificantes como su controvertida tesis doctoral o unas primarias marcadas por las irregularidades. Lejos de rendir cuentas, Sánchez recurrió a la burda estrategia del "y tú más" para esquivar los casos de corrupción que afectan tanto a sus colaboradores más cercanos como a su entorno familiar. Por ahora ha conseguido ganar tiempo. No obstante, la sensación de vulnerabilidad ante lo que vayan revelando las investigaciones mantiene la legislatura en un estado de agonía, y sometida al precio, cada vez más alto, que le impongan sus socios.