La prioridad es salvar vidas
El Gobierno no ha perdido la calma propia de las vacaciones estivales ni ha mostrado gran empatía

Escucha la Línea Editorial del martes 19 de agosto
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Los habitantes de Orense y el Bierzo llevan 11 días respirando humo y soportando niveles de contaminación por humo 40 veces superiores a los que la OMS recomienda, los hospitales de las zonas afectadas han registrado un importante ascenso de los ingresos por problemas respiratorios y la mala calidad del aire ha obligado, de nuevo, a usar mascarillas. Estas son solo algunas de las consecuencias inmediatas que los fuegos que siguen arrasando vidas y territorios desde Galicia hasta Extremadura.
En medio de tanta desolación, al presidente del Gobierno no se le ha ocurrido mejor idea que la de convocar un Pacto de Estado que, de celebrarse, no llegará antes del mes de septiembre. El Gobierno no ha perdido la calma propia de las vacaciones estivales ni ha mostrado gran empatía. Las víctimas, ya sean del fuego o de la Dana, estropean las comparecencias de Sánchez. Por eso, el presidente las evita y, lejos de hablar de lo que aquí y ahora les martiriza, prefiere hablar de cambio climático.
La vicepresidenta primera, a pesar de ser gallega, ha optado por el silencio. Óscar López ha relevado a Óscar Puente en el arte de encender las redes sociales y ninguno de los restantes ministros parece especialmente concernido por lo que sucede, más allá de la ministra de Defensa. Sánchez se empeña en distanciarse de los problemas reales y concretos. Muestra una enorme falta de interés por lo cotidiano y hace gala de su incompetencia comunicativa. Tardó una semana en reaccionar y cuando lo hizo, lejos de enfundarse el traje de faena, se limitó a una simple visita de cortesía. Incapaz de asumir la dureza de la realidad, el presidente deja en manos del ministerio de Defensa la comunicación de las peores noticias: los fuegos no se pueden extinguir y solo queda salvar vidas.



