El día que España pudo conseguir la soberanía de Gibraltar en 2002 y por qué el Gobierno decidió dar marcha atrás en el último momento

Hace más de dos décadas, el gobierno español tuvo en la mano un cambio histórico para el peñón, ocupado por Reino Unido desde 1713

Un hombre cruza el aeropuerto de Gibraltar

(EPA) EFE

Un hombre cruza el aeropuerto de Gibraltar

Paco Delgado

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

En la larga y compleja disputa por la soberanía de Gibraltar, dos momentos clave marcaron el devenir de las negociaciones entre España y el Reino Unido: los intentos de 2002 y 2016 para establecer un régimen de "cosoberanía". Ambos episodios, separados por catorce años, estuvieron cargados de esperanzas, tensiones y, finalmente, fracasos.

Sin embargo, fue en 2002 cuando España estuvo más cerca de lograr un acuerdo histórico que habría cambiado para siempre el estatus del Peñón. ¿Qué ocurrió entonces? ¿Por qué el Gobierno español, liderado por José María Aznar, y su homólogo británico, Tony Blair, no lograron cerrar el trato?

 El acuerdo de 2002 por Gibraltar  

En 2001, tras años de estancamiento en las negociaciones, España y el Reino Unido iniciaron conversaciones secretas para resolver el contencioso de Gibraltar mediante una fórmula de soberanía compartida. El entonces ministro de Asuntos Exteriores español, Josep Piqué, y su homólogo británico, Jack Straw, lideraron las negociaciones, que culminaron el 18 de abril de 2002 con un principio de acuerdo en Madrid.

Peñón de Gibraltar

EFE

Peñón de Gibraltar

Según relató años después Peter Hain, ministro británico para Europa en aquel momento, el pacto habría permitido a los gibraltareños mantener su nacionalidad británica, su modo de vida e incluso su sistema legal, mientras España recuperaba parte de la soberanía sobre el territorio.

El acuerdo incluía aspectos clave:

  • Doble soberanía indefinida, sin plazos para una futura integración total en España.

  • Protección de los derechos de los gibraltareños, incluyendo la posibilidad de mantener su ciudadanía británica.

  • Desaparición progresiva de la frontera, facilitando la libre circulación y el comercio entre Gibraltar y el Campo de Gibraltar.

  • Mantenimiento de la base militar británica, aunque bajo un esquema de control conjunto.

Sin embargo, en el último momento, el Gobierno español, presionado por sectores nacionalistas y ante el temor de que el acuerdo fuera rechazado en un referéndum en Gibraltar, decidió endurecer su postura. Exigió que el tratado fuera "definitivo" y no provisional, algo que el Reino Unido no estaba dispuesto a aceptar, dado el compromiso británico de someter cualquier cambio de estatus a la aprobación de los gibraltareños.

Aznar y Tony Blair

EFE

Aznar y Tony Blair

 El rechazo gibraltareño y el fin de las negociaciones  

El principal escollo fue, sin duda, la oposición frontal de los habitantes de Gibraltar. El 7 de noviembre de 2002, el Gobierno gibraltareño convocó un referéndum no vinculante en el que el 98,48% de los votantes rechazó cualquier forma de soberanía compartida. La consulta, aunque simbólica, tuvo un enorme peso político. Londres, que inicialmente había aceptado avanzar sin el consentimiento de los gibraltareños, dio marcha atrás, alegando que no impondría un acuerdo contra la voluntad de la población local.

El entonces primer ministro británico, Tony Blair, admitió que el proceso había fracasado porque "los gibraltareños no querían". España, por su parte, acusó al Reino Unido de incumplir su palabra al dar prioridad al resultado del referéndum.

 2016: el Brexit reabre la puerta a la cosoberanía  

Catorce años después, el referéndum del Brexit reavivó el debate. Gibraltar, donde el 96% de la población votó a favor de permanecer en la UE, se enfrentaba a un futuro incierto fuera del paraguas comunitario. España, entonces gobernada por Mariano Rajoy, vio una oportunidad y presentó en octubre de 2016 una nueva propuesta de cosoberanía ante la ONU. La oferta incluía:

  • Doble nacionalidad para los gibraltareños.

  • Integración en la UE como parte de España, manteniendo ciertas particularidades fiscales.

  • Eliminación de la verja fronteriza, impulsando la cooperación transfronteriza.

Sin embargo, la propuesta fue rechazada de plano por el Gobierno británico y las autoridades gibraltareñas. Londres reiteró que no negociaría ningún cambio de soberanía sin el consentimiento de los habitantes del Peñón, y el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, tachó la iniciativa de "intento de anexión".

 ¿Por qué fracasaron ambos intentos?  

Los dos episodios comparten un patrón común: la falta de consenso interno en España y la firme oposición gibraltareña. En 2002, el Gobierno de Aznar no logró convencer a su propia base política de aceptar una solución intermedia, mientras que en 2016, el Brexit no fue suficiente para cambiar la percepción de los gibraltareños, que siguen viendo a España con desconfianza.

Además, el Reino Unido ha mantenido una postura ambivalente: aunque en privado ha explorado acuerdos de soberanía compartida, en público siempre ha priorizado los deseos de Gibraltar, especialmente tras el referéndum de 2002.

Temas relacionados

La Linterna

La Linterna

Con Ángel Expósito

Lunes a viernes de 19:00h a 23:30h

Programas

Último boletín

18:00H | 13 JUN 2025 | BOLETÍN

Boletines COPE
Tracking