El PP sabe que con el caso Ábalos está en juego una presa de caza mayor, y considera que, ni mucho menos el ministro de Transportes se ha salvado de la quema, a pesar de que cuenta con todo el apoyo del presidente del Gobierno. Y es que, lejos de evitar un conflicto diplomático, como decía Pedro Sánchez, el titular de Transportes, lo ha creado dando hasta cinco versiones distintas de una misma historia. Y ninguna creíble, aseguran.

A la petición de comparecencia de Ábalos, Marlaska y González Laya, se ha sumado la solicitud conjunta con Ciudadanos de la creación de una Comisión de Investigación para aclarar, no solo lo que pasó en Barajas, es decir, si se incumplieron las sanciones impuestas por Europa; sino también, los presuntos pagos del régimen chavista al ex-embajador, Raúl Morodo. En definitiva se trata, apuntan, de depurar las responsabilidades políticas que puedan existir en este asunto. Cs ya ha adelantado que, no solo Ábalos, sino también Pedro Sánchez, deberán comparecer ante ella. La asistencia, si así lo decide la Mesa de la comisión, sería preceptiva y estarían obligados a decir la verdad.

El PP es escéptico sobre la posibilidad de que pueda salir adelante esta iniciativa que debe obtener la mayoría de los votos del Congreso. Son conscientes de que será difícil convencer a los socios parlamentarios del Gobierno, pero lo están intentando con un argumento: si se niegan a apoyar la comisión, estarán respaldando las mentiras del Ejecutivo.

A favor de Sánchez sigue jugando que el Congreso todavía no ha echado a andar, y que, por lo tanto todo tipo de explicaciones se demorará varias semanas. Pero, en Génova, consideran que este asunto no está muerto, ni mucho menos. Quedan numerosos puntos oscuros en este rocambolesco episodio.