El motivo por el que Letizia fue de verde y no de negro al funeral de Felipe de Edimburgo

Los Reyes de España, Felipe VI y Letizia, han acudido este martes a la misa homenaje a Felipe de Edimburgo organizada por la reina Isabel II de Inglaterra en vísperas del primer aniversario de su muerte. El objetivo de la ceremonia es agradecer "la dedicación del Duque de Edimburgo a su familia, el país y la Commonwealth y reconocer la importancia de su legado" y los monarcas han acudido a la invitación de la Reina Isabel II.

Al ser un funeral en memoria, los protocolos en cuanto al luto no han sido demasiado exigentes, pero aún así los presentes han acudido con ropa oscura en señal de respeto. El color que representaba al duque de Edimburgo era el verde, por lo que la reina Letizia ha decidido acudir con un vestido verde oscuro en recuerdo del príncipe Philip. Al igual que la monarca española, miembros de la Familia Real británica han elegido este color en honor al duque de Edimburgo como la propia reina Isabel II, Camila o la princesa Ana.

Este acontecimiento ha supuesto la vuelta de la reina Isabel II a la vida pública por primera vez en cinco meses, para asistir a una misa homenaje a su marido, el príncipe Felipe, que falleció el año pasado a los 99 años.

En la ceremonia, se ha producido un suceso poco común en la reina Isabel II. En sus 70 años representado a Reino Unido, prácticamente no ha mostrado emociones en público, pero ante el recuerdo a su marido fallecido hace un año, se emocionó, saliéndose del papel de reina que no debe mostrar sus sentimientos. Esta ha sido la séptima vez desde que llegó al trono británico en 1953 que Isabel II muestra sus emociones en público.

Un año desde la muerte de Felipe de Edimburgo

Al acto en recuerdo del duque de Edimburgo fueron miembros de la realeza de toda Europa y personalidades en representación de diferentes países y organizaciones a las que el príncipe Philip ayudó durante su largo periodo como acompañante de la monarca.

El príncipe Felipe, duque de Edimburgo, murió a los 99 años de edad dejando tras de sí un legado de más de siete décadas de apariciones públicas que le llevaron a describirse a sí mismo como un modernizador de la monarquía británica, hasta su llegada distante y desconectada de la realidad nacional. La propia Corona británica aseguró que "ha muerto en paz en el castillo de Windsor". Un comunicado desde el palacio lamentó su muerte: "Es con gran tristeza que Su Majestad la Reina anuncia la muerte de su querido esposo, Su Alteza el príncipe Felipe, duque de Edimburgo". Felipe VI y doña Letizia también mostraron al enterarse de lo ocurrido su "profunda tristeza" por la noticia del fallecimiento del monarca británico.

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