Covite ha dicho hoy que es "inaceptable" que ETA no haya admitido "todos los crímenes que cometió" y considera "especialmente cínico" que "los altavoces" de la banda hayan difundido su "propaganda" pocas jornadas antes del Día de la Memoria de las Víctimas del Terrorismo.

Este colectivo de víctimas del terrorismo, que cifra en 853 los asesinatos frente a los 758 que ETA dice haber perpetrado, según consta en su último boletín interno "Zutabe", fechado antes de su disolución y sobre el que hoy ha informado el diario Gara.

Entiende que, según lo publicado, ETA no ha admitido su primer asesinato, el del guardia civil José Antonio Pardines por parte de Txabi Etxebarrieta, quien también murió horas después en un enfrentamiento con miembros del instituto armado, y da por hecho que este agente no está incluido entre los 758 reconocidos por la banda.

Señala que la organización terrorista proclama que Etxebarrieta "dejó honda huella en la sociedad vasca", cuando su crimen "abrió la veda de su sangrienta trayectoria criminal", por lo que "es especialmente grave que se le siga encumbrando como a un héroe".

Covite afirma que ETA asesinó a 853 personas, hirió a 2.597, extorsionó a unas 10.000 y forzó al exilio a 100.000, y que lo justificó "en el contexto de un conflicto inexistente que los herederos de ETA se empeñan en mantener para fundamentar su historia y blanquear su responsabilidad sobre los crímenes cometidos".

Para la asociación que preside Consuelo Ordóñez, "la única aportación que los herederos de ETA deben hacer a la sociedad a la que llevan golpeando medio siglo es esclarecer los más de 350 asesinatos que quedan sin resolver y decir dónde enterraron los terroristas los cadáveres de las víctimas desaparecidas".

Señala además que "hay terroristas que siguen huidos, entre ellos Josu Ternera", y que "el Estado debe asegurar que el final de ETA no tenga contrapartidas ni para los terroristas ni para el nacionalismo".