Mari: "¿Hasta cuándo van a seguir subiendo los precios? Vamos a acabar chupando piedras"

Mari, una ciudadana indignada, estalla en un TikTok viral que resume el hartazgo de millones de españoles ante la imparable subida de los precios de la comida. Con frases como “una docena de huevos 4 euros, o sea… con razón decían que no se podía tener gallinas”, expresó la rabia colectiva: “estoy indignada, no,  lo siguiente… vamos a acabar todos chupando piedra”. 

los huevos... el detonante

Mari lo tiene clarísimo: “antes podíamos decir no apañamos con cualquier cosa, patata y huevo… pero si es que ha subido el doble no, o sea casi el triple”. La tortilla española, plato estrella de supervivencia, se ha convertido en lujo. “¿Para qué estamos trabajando en serio?"

"Cobramos el sueldo y se va todo en pagar casa, luz, agua, comida y no se llega”. Su testimonio es el de familias que, pese a trabajar, llegan justos o ahogados a fin de mes. 

¿a cuánto está realmente la docena de euros ahora mismo?

Mari dice "4 euros" y no exagera mucho. A finales de noviembre y principios de diciembre 2025, el precio medio de la docena ronda los 3,10-3,40 €. Los camperos o ecológicos superan fácil los 4 € e incluso llegan a 5-6,50 € en algunas referencias. 

Según el INE y OCU, los huevos han subido un 22,5% interanual y hasta un 50% en lo que va de año, impulsados por la gripe aviar, sacrificios masivos de gallinas y costes energéticos. En origen ya superan los 3 €/kg, y la tendencia sigue al alza. 

la indignación de un país

“Yo personalmente me cuesta la vida llegar a fin de mes… y aún así trabajando”, sentencia Mari. Y remata: “no sé mañana a cuánto estarán los huevos, a cuántas traen las patatas… suma y sigue”. Su grito es el de quien ve cómo el salario se evapora en la caja del supermercado mientras los precios no paran. “No sé qué es lo que quieren de verdad”, dice, y muchos responden: que dejemos de comer.

El audio de Mari no es solo una queja: es el termómetro de una sociedad agotada que ya no puede más con la inflación alimentaria. Y tiene razón: si sigue así, pronto solo nos quedará "chupar piedra".