El debate está servido. “¿Si puedo hacer en 5 horas lo que otros tardan 8 horas, por qué debo quedarme 8 horas en el trabajo? Llevamos 100 años con la jornada de 8 horas. ¿No será hora de cambiar a una jornada flexible por objetivos que ayude a la conciliación de la vida familiar?”

El mensaje lo ha publicado el experto en derecho laboral y profesor de la UOC, Daniel Toscani en su cuenta de Twitter y pone de manifiesto un debate laboral bien arraigado sobre las horas y la productividad.

“Es necesario un cambio de mentalidad de la sociedad que tiene que empezar por los empresarios”, señala Toscani en conversación con COPE. “La mentalidad de que cuanto más horas, más se trabaja, está desfasada”, señala.

“Es hora de revisar por qué esa jornada se tiene que cumplir. Es cuestión de organizarse”, detalla, y pone como ejemplo, el estudiar. “Es igual que cuando estás estudiando. Hay gente que estudia ocho horas y a lo mejor yo en cuatro he aprovechado más y he sido más productivo”, afirma.

---

---

Un “cambio de mentalidad”

“Es algo de toda la sociedad”, aunque advierte de que no se trata de algo sencillo de establecer. “Es algo que lleva tiempo y que no se puede imponer por ley de un día para otro”, justifica.

Para este experto laboral, esta mentalidad de trabajar en base a objetivos podría ser perfectamente aplicable a muchos trabajos de oficina, como empresas tecnológicas, aunque también a otros sectores.

“La dificultad está en llevar el modelo a aquellos negocios con horario comercial, que tienen que atender al público. Pero todo es cuestión de mentalizarse. Llevamos más de 100 años con la jornada de 8 horas, y en ese momento alguien decidió que eran 8 horas. Cuando se instauró, los empresarios también pusieron el grito en el cielo”, destaca.

La principal ventaja de este cambio de paradigma, señala Toscani, es ganar en calidad de vida. “Tenemos mas tiempo libre, tiempo para estar con la familia, ocio", señala

“Creo que el 'calientasillas' se fomenta con el modelo que tenemos actualmente, que parece que cuantas más horas se haga, eres mejor trabajador, pero a lo mejor no has cumplido sus objetivos. Si el empresario marca objetivos y tu los cumples con independendencia de si echas 5, 7 u 8 horas, el empresario va a estar contento. Si cumples en menor horas, todos contentos tiempo para ocio, para descanso”, expone.

Productividad vs horas trabajadas

“La mayoría de los trabajadores trabajan más de 40 horas a la semana y esas horas extra no se pagan”, afirma Toscani. “Hace falta un cambio de mentalidad en las empresas. Es mejor tener a mis trabajadores contentos, porque así van a rendir, los clientes van a estar contentos y no hace falta explotarles”, señala.

Los datos señalan que en España, al mes, se trabajan casi 7 millones de horas extra a la semana. La mitad, según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa, no se retribuyen.

En parte de esta idea conincide Antonio Fernández, experto en derecho laboral y profesor de la UOC. “Habría que verlo empresa a empresa. Si es cierto, que la tecnología nos permite producir lo mismo en menos horas. El teletrabajo me permite ahorro de desplazamientos y de cansancio”, señala.

Sin embargo, cree que se trata de un debate aún por explorar y peligroso. “Si un trabajador ha terminado su carga de trabajo dos horas antes, probablemente la empresa tiene un problema de organización”, señala. “En principio, es porque estás infraproduciendo. Podrías producir más o reorganizar la empresa para dar más tarea o incluso despedir a algunos trabajadores.

Fernández advierte de los riesgos de esta flexibilidad laboral para los trabajadores, permitiéndoles marcharse a casa cuando hayan terminado. “Tiene que haber un control horario. Esas horas tienen que seguir reguladas. Tiene que estar estipulado por la empresa. Que la empresa te dice: te puedes ir. Te vas, pero te tiene que retribuir”, explica.

Trabajar por objetivos: ¿realidad o mito?

Para este experto en derecho laboral, el trabajo exclusivamente por objetivos es un 'mito'. “En España tenemos una regulación de la jornada que está para todos los puestos de trabajo. Decir que trabajo por objetivos y que no tengo horarios no es correcto” y añade, “es una involución en los derechos adquiridos. Ya había este sistema en la Revolución Industrial”.

A su juicio, prescindir de la acotación de jornada “no es recomendable”. “La experiencia me dice que al final se acaba sobrecargando más que si fuera por horas”, razona.

Fernandez no es partidario de 'flexibilizar' los horarios de la jornada. “Lo normal es que sea a perjuicio del trabajador para aumentarle la carga de trabajo”, y pone como ejemplo, la reciente inspección del Ministerio de Trabajo en las cuatro grandes consultoras.

Considera, además que nuestro mercado laboral ya está “suficientemente flexibilizado”. “El concepto de flexibilidad beneficia a empresa y perjudica al trabajador. Tiene estas connotaciones en el empleo”, expone.