Hacienda prepara un nuevo tijeretazo en tu bolsillo: las deducciones de impuestos que desaparecerían para que Sánchez cumpla con Europa
La AIREF cifra en 60.000 millones de euros anuales los beneficios fiscales; se incluyen deducciones en IRPF, IVA, planes de pensiones, vivienda o investigación y desarrollo

Victoria Ballesteros explica junto a Javier Ferri, profesor de economía de la Universidad de Valencia, cómo va a ser el próximo tijeretazo de Hacienda
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La maquinaria recaudatoria se prepara para un nuevo ajuste que afectará directamente a los ciudadanos. Hacienda necesita demostrar a Bruselas que España es capaz de aumentar de manera estructural sus ingresos para contener el déficit público. Y la forma más rápida de hacerlo pasa por reducir las deducciones fiscales que hasta ahora aliviaban el bolsillo de familias y empresas.
“Muchas de las deducciones del sistema tributario que hasta ahora nos hacían pagar menos impuestos podrían reducirse o incluso desaparecer”, explicaba Victoria Ballesteros en su análisis. Se trata de un movimiento que, aunque generará una inyección directa a las arcas del Estado, también reabre el debate sobre si después esos recursos deben canalizarse hacia sectores vulnerables. En palabras del profesor Javier Ferri, de la Universidad de Valencia, “los beneficios fiscales al final son agujeros. Es mucho mejor que luego esa ganancia de ingresos se utilice para transferir renta a aquellos hogares que realmente lo necesitan”.

(Foto de ARCHIVO)El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ofrece una rueda de prensa, tras un despacho con El Rey Felipe VI, en el ?Palacio de Marivent, a 29 de julio de 2025, en Palma de Mallorca, Islas Baleares (España).Isaac Buj / Europa Press29 JULIO 2025;REY;DESPACHO;PRESIDENTE;GOBIERNO;FELIPE;REY FELIPE;MARIVENT;PALACIO;MALLORCA;COMPARECENCIA;ATENCIÓN A LOS MEDIOS;29/7/2025
Bruselas exige ajustes
Más sobre Hacienda
España se comprometió con la Unión Europea a recortar 1.600 millones de euros en bonificaciones fiscales. Eso coloca en el punto de mira medidas tan sensibles como el IVA reducido en algunos productos, el impuesto al diésel, la tributación de la lotería o el impuesto de sucesiones y donaciones. En todos los casos hablamos de decisiones que impactan de forma directa en el consumo, el ahorro o incluso en la transmisión de patrimonio familiar.
Los últimos cálculos de la AIREF cifran en 60.000 millones de euros los beneficios fiscales vigentes en España, incluyendo deducciones en IRPF, planes de pensiones, vivienda o actividades de investigación y desarrollo. Muchas de estas partidas podrían desaparecer para cumplir con los compromisos adquiridos con Europa.
Algunas ya han empezado a ser revisadas. El Gobierno, por ejemplo, decidió suprimir el IVA del aceite de oliva a partir del mes de julio, una medida que puedes consultar aquí en COPE. Pero no todas las decisiones fiscales han tenido la misma aceptación: el caso del diésel está rodeado de vetos cruzados, con un debate que sigue abierto, tal y como recogía COPE en este análisis.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta primera del Gobierno, y ministra de Hacienda, María Jesús Montero
El bolsillo de los ciudadanos
El impacto no es teórico, sino inmediato. Cada modificación fiscal altera el coste de vida de millones de españoles. Un ejemplo claro lo sufren los conductores: el precio del diésel condiciona a seis de cada diez vehículos en circulación, tal y como contábamos en este reportaje en COPE.
Tampoco escapa la lotería de Navidad, cuyas ganancias están gravadas con un importante recorte fiscal antes de llegar al bolsillo de los premiados. Aquí puedes ver cuánto se descuenta exactamente. Y algo similar ocurre con el impuesto de sucesiones y donaciones, que en 2025 cambiará de nuevo y cuyo impacto depende de la comunidad autónoma en la que se tribute. Puedes ampliar la información en esta noticia de COPE.
El mensaje de Bruselas es claro: la consolidación fiscal debe pasar por reforzar los ingresos y no solo por contener el gasto. En ese escenario, los beneficios fiscales aparecen como la pieza más fácil de recortar. La cuestión es quién soportará la carga y cómo se redistribuirán después esos recursos.
Lo que para los técnicos de Hacienda son “agujeros” en la recaudación, para muchas familias son oxígeno en su día a día. Y en esa tensión entre cumplir con Europa o mantener la presión fiscal en niveles asumibles se juega el próximo gran debate económico en España.