La respuesta a si existen o no los agujeros blancos es “No se sabe”. Los astrónomos aún no han podido evidenciar su existencia, pero en base a la teoría de la relatividad de Einstein deberían existir. Los agujeros blancos se entienden como lo contrario a los agujeros negros, es decir, en lugar de absorber materia y energía, la expulsan.

Esta semana la NASA anunció el descubrimiento de un agujero negro ultramasivo, que se encuentra en la galaxia J2157, a miles de millones de kilómetros de distancia. Se estima que su masa es de unos 20.000 millones de masas solares, es cinco veces nuestro Sistema Solar, y devora un sol por día.

En el lado opuesto estarían los agujeros blancos, que nacerían de una singularidad como los agujeros negros, de un punto donde el campo gravitatorio es infinito. Aún no se ha encontrado ninguna evidencia de su existencia, pero sí existen candidatos para ello. Podrían ser los estadillos de rayos gamma, los púlsares que son estrellas de neutrones que emiten radiación intensa de forma periódica, los agujeros negros moribundos, o el propio Big Bang.

¿Se podría sobrevivir a un agujero blanco?

La respuesta a si se puede sobrevivir a un agujero blanco es no, la misma que para un agujero negro. Sin embargo, se apunta a que no sería una muerte similar. Mientras que en un agujero negro la materia se estira o se flagela, en un agujero blanco una persona moriría por la cantidad de rayos a los que estaría expuesta, aunque otra opción es quedarse congelado en el espacio-tiempo. En ningún caso, parece que acercarse a uno de estos se algo recomendable.

Aunque muchos científicos se niegan a creer en ellos, porque de momento serían entendidas como explosiones de materia y energía que surgen de la nada. Habrá que esperar para saber si estos agujeros blancos de explosiones colosales dan muestra de su existencia.