Un hallazgo científico en EE. UU. revela el rasgo corporal que puede mantener tu cerebro joven durante más años
Un reciente estudio científico desvela que la proporción entre masa muscular y grasa interna es más decisiva para la edad cerebral que el propio peso corporal

2D1T5FR mujer entrenando pesas en un gimnasio, llucmajor, Mallorca
Madrid - Publicado el
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El secreto para mantener un cerebro joven podría estar más relacionado con la fuerza de nuestros músculos que con el número que marca la báscula. Un nuevo estudio científico ha puesto de manifiesto que una mayor masa muscular y una menor cantidad de grasa visceral —la que se acumula internamente alrededor de los órganos— se corresponden con un cerebro biológicamente más joven. Este enfoque cambia por completo la perspectiva sobre el envejecimiento y la salud.
Hasta ahora, la atención se centraba en el peso total o en la grasa visible, pero esta investigación apunta a un factor mucho más profundo y menos evidente. La calidad de la composición corporal se revela como un indicador clave para la salud neuronal. Por tanto, dos personas con el mismo peso pueden presentar estados de envejecimiento cerebral completamente diferentes dependiendo de su equilibrio interno entre músculo y grasa.

La investigación, desarrollada en Estados Unidos, se ha basado en el análisis de 1.164 adultos con una edad media de 55 años. Los científicos emplearon técnicas de neuroimagen procesadas por inteligencia artificial para estimar la edad biológica del cerebro de cada participante. Paralelamente, se midió su composición corporal, distinguiendo entre músculo esquelético, grasa visceral y grasa subcutánea, y se correlacionaron los datos.
Músculo protector frente a grasa inflamatoria
Los resultados mostraron un patrón claro: a más músculo y menos grasa interna, el cerebro presentaba una apariencia más joven. La grasa visceral, que rodea órganos vitales como el hígado y el páncreas, está directamente vinculada con un deterioro cognitivo más rápido. Esto se debe a que es metabólicamente activa y libera señales proinflamatorias que, de forma sostenida, acaban afectando al sistema nervioso.
En contraposición, la masa muscular actúa como un potente factor protector. Un cuerpo con más músculo no solo implica más movimiento, sino que también gestiona mejor la glucosa, mejora el metabolismo energético y, en consecuencia, reduce el estrés inflamatorio general. Este entorno metabólico más saludable parece ser fundamental para que el cerebro envejezca a un ritmo más lento.
Las personas con más masa muscular y menos grasa visceral "tienen más probabilidades de mantener un cerebro más joven y sano"
El profesor Cyrus Raji, de la Universidad de Washington, uno de los autores del estudio, lo resume de forma contundente al afirmar que las personas con más masa muscular y menos grasa visceral "tienen más probabilidades de mantener un cerebro más joven y sano". Esta idea subraya que no toda pérdida de peso es beneficiosa ni toda delgadez es sinónimo de salud cerebral, ya que la composición corporal es más determinante que el peso en sí.
Nuevas vías para la prevención y el cuidado cerebral
Estos hallazgos abren la puerta a nuevas recomendaciones clínicas y de salud pública. Las intervenciones para preservar el rendimiento cognitivo a largo plazo podrían centrarse en estrategias específicas para aumentar la masa muscular y reducir la grasa visceral. Cuidar el cerebro, por tanto, podría empezar en el gimnasio y en la cocina, con un enfoque renovado.

La investigación también arroja luz sobre una preocupación actual: el uso extendido de medicamentos para adelgazar como la semaglutida (Ozempic). Si bien son eficaces para reducir grasa, estos fármacos también pueden provocar una pérdida de tejido muscular si no se combinan con ejercicio y una nutrición adecuada. Perder músculo, un componente clave para el equilibrio cerebral, podría tener consecuencias indeseadas a largo plazo.
El estudio sugiere que la estrategia óptima no es perder peso a cualquier precio, sino mejorar la composición corporal para favorecer la salud del cerebro. Aunque tener más músculo no es una garantía absoluta, sí aumenta considerablemente las probabilidades de conservar mejor las facultades cognitivas. Queda demostrado que el envejecimiento cerebral no es un proceso inevitable, sino que puede modularse a través de hábitos de vida saludables y medibles.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.




