Alfonso García, experto en motor: "Tener un coche en propiedad a día de hoy es un 20 por ciento más caro, pero los usados no se quedan atrás, un 19"
Todos estos factores han contribuido a elevar los precios de forma continuada, ajustándose a nuevas exigencias tecnológicas y regulatorias

Carlos Moreno 'El Pulpo' descubre con Alfonso García 'Motorman', experto en motor, cuánto cuesta tener un coche en propiedad
Madrid - Publicado el - Actualizado
3 min lectura1:50 min escucha
La escalada de precios continúa dando señales claras de que el bolsillo de los conductores vive uno de los momentos más tensos de las últimas décadas. Así se refleja en el programa Poniendo las Calles, dirigido por Carlos Moreno "El Pulpo", en la que se abordó cómo el precio de mantener un vehículo “ha subido de media un 27 por 100 en los últimos cinco años”, una cifra que resume la presión que soportan quienes dependen del coche en su día a día.
El análisis, basado en un estudio sobre el coste total de propiedad de un automóvil, muestra un panorama en el que prácticamente todos los elementos necesarios para utilizar un vehículo se han encarecido sin excepción.
Todo ha subido: compra, mantenimiento y financiación
Desde la pandemia hasta hoy, los precios no han dejado de escalar. En la conversación analizada se explicaba que el precio de compra, el combustible, el mantenimiento, los seguros, los neumáticos y hasta la financiación han experimentado aumentos simultáneos.
Es, en definitiva, un encarecimiento global del sector que afecta tanto a quienes buscan coche nuevo como a quienes solo intentan conservar el suyo en condiciones.
Los neumáticos, lo que más sube
Uno de los datos más llamativos es que “lo que más ha crecido… han sido los neumáticos, un 30 por 100”. Un porcentaje que refleja cómo incluso los componentes aparentemente más rutinarios han sufrido incrementos muy superiores a los habituales.
Este elemento, indispensable para la seguridad y funcionamiento del vehículo, se ha convertido en uno de los gastos más difíciles de asumir para los conductores, que ya ven cómo el presupuesto destinado al coche se dispara año tras año.
Combustibles y mantenimiento, otra losa para el conductor
La conversación también señalaba que los combustibles y el mantenimiento del vehículo se encuentran entre los elementos que más han aumentado. Aunque no se detallan cifras concretas más allá de los neumáticos, la mención a ambos conceptos confirma que el problema afecta tanto al uso diario del vehículo como a su puesta a punto.
A ello se suma otro dato de relevancia: comprar un automóvil hoy es casi un 20 por 100 más caro que en 2020. Pero la situación no mejora recurriendo al mercado de ocasión: los coches usados también han subido casi un 19 por 100 en los últimos cinco años.
Inflación, tecnología y normativa: el cóctel que dispara los precios
Aunque sin ampliar más allá de lo citado, la conversación sí apunta a las causas que explican este encarecimiento. Entre ellas, la inflación, la popularidad creciente de los vehículos tipo “todocamino”, la incorporación de nuevos sistemas de seguridad ADAS, así como las nuevas normas de emisiones de CO₂ en Europa.
Todos estos factores han contribuido a elevar los precios de forma continuada, ajustándose a nuevas exigencias tecnológicas y regulatorias que repercuten directamente en el coste final para el conductor.
La electricidad, el mayor incremento: un 70%
En medio de este escenario, otro dato sobresale con especial fuerza: “lo que más ha subido ha sido la electricidad, un 70 por 100”. Este incremento afecta tanto al funcionamiento de los vehículos eléctricos e híbridos enchufables como al coste energético general que también repercute en talleres, fábricas y procesos logísticos relacionados con el automóvil.
Nuevas alternativas de movilidad
La consecuencia directa de este encarecimiento generalizado se resume en una frase recogida en la transcripción: “Por todo lo anterior han crecido las opciones de movilidad como el renting o la movilidad compartida.”
Es decir, ante la imposibilidad de muchos para asumir los costes de la propiedad, alternativas como el renting, el carsharing o modelos flexibles empiezan a ganar terreno como solución pragmática a un mercado cada vez más inaccesible.





