Miedo y muerte: así contaba Gabriel Romanelli la situación en la parroquia de Gaza tres días antes de resultar herido en el ataque de Israel
El sacerdote argentino relataba que antes de que se recrudeciera el conflicto entre Israel y Palestina en octubre de 2023, la comunidad cristiana en Gaza ha pasado del millar a las 500. La fe es su único sustento

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La situación humanitaria en Gaza ha alcanzado niveles insoportables, especialmente para la pequeña comunidad cristiana que resiste bajo el amparo de la parroquia de la Sagrada Familia.
El Padre Gabriel Romanelli, sacerdote argentino al frente de esta comunidad, relataba el pasado 14 de julio con crudeza las condiciones de vida que están sufriendo, tres días antes de resultar herido en el ataque de Israel de este jueves en el que han fallecido al menos dos personas y otras seis han resultado heridas.
“La harina cuesta alrededor de 18 euros el kilo, los tomates 23, una sola cebolla entre 12 y 15 euros. Pero ni siquiera podríamos tomar café amargo: un kilo de café no cuesta menos de 250 euros”.

Aun así, el problema no es solo económico, sino de disponibilidad. “Que quede claro que se trata de una bolsa bastante virtual, porque antes de pagar estas cosas hay que encontrarlas. Y casi siempre es imposible”, afirmaba el sacerdote. En un contexto donde los mercados han desaparecido y los suministros escasean, las verduras provienen de pequeños huertos improvisados por algunos vecinos que aún no han huido al sur de la Franja.
Desde el pasado 3 de marzo, tras el bloqueo israelí a la ayuda humanitaria, no ha ingresado ningún nuevo suministro. “Nos hemos visto obligados a quedarnos con los alimentos que nos quedaban solo para nosotros, y también a racionarlos”, lamenta Romanelli.
“A nuestro alrededor solo hay muerte y destrucción. Día y noche nos acompaña el ruido de las bombas que caen a pocos cientos de metros de la parroquia. Es absurdo, pero estos horribles ruidos se han vuelto parte de nuestra rutina”, continuaba explicando en Vatican News.

Una comunidad diezmada y agotada
Antes del 7 de octubre de 2023, cuando se volvió a recrudecer el conflicto, Gaza contaba con 1.017 cristianos. Hoy, solo quedan unos 500 refugiados dentro de la parroquia. “Somos unos 500, acampados en todos los rincones de la parroquia”, señala Romanelli. Unos 300 lograron escapar cuando el paso de Rafah hacia Egipto aún estaba abierto. Otros 54 han muerto, incluyendo 16 personas que perdieron la vida en un bombardeo sobre la iglesia ortodoxa de San Porfirio.
Entre las víctimas están también Elham Farah, una anciana asesinada en noviembre de 2023, y Nahida y Samar, madre e hija muertas a las puertas de la iglesia solo un mes después. A esto se suman los enfermos crónicos y discapacitados que no han podido recibir tratamiento por la falta de medicamentos.
“Ahora hay mucho cansancio y preocupación porque percibimos que nos hemos quedado casi solos en esta zona”, resumía Romanelli, con la serenidad de quien resiste por fe más que por fuerza.

Gaza
La oración, último refugio
En medio del desastre, la fe es lo único que sostiene a esta comunidad: “Lo único que nos permite permanecer unidos y con algo de esperanza es la oración”, afirma el párroco.
El Padre Romanelli también agradece la difusión de artículos escritos por los jóvenes de la parroquia, Suhail y Helda, y valora profundamente los mensajes y rezos que reciben desde distintas partes del mundo. “Los alimentos, los medicamentos, el gasóleo son tan importantes para nosotros como la oración. Sin la oración no habríamos llegado hasta hoy. La nuestra y la de ustedes... Contamos con ustedes”.