Miles de personas sufren soledad no deseada en España: "La verdadera pobreza en Occidente es la soledad"
La responsable del proyecto de mayores de Cáritas Sevilla explica cómo más de 200 voluntarios, principalmente mujeres entre 50 y 70 años, dedican su tiempo a visitas domiciliarias y llamadas telefónicas

EFE/Javier Etxezarreta
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El 13,4% de la población española declara haber sufrido soledad no deseada, siendo las mujeres mayores de 55 años las más afectadas por esta problemática social que crece cada día en nuestro país. Pilar Galindo, responsable del proyecto de mayores de Cáritas Sevilla, ha explicado cómo la institución católica trabaja para paliar esta "pobreza existencial" que afecta especialmente a personas con pensiones mínimas y sin recursos para costearse apoyo domiciliario.
La debilitación del núcleo familiar y la reducción de la familia extensa a su mínima expresión han contribuido a que cada vez más personas mayores vivan en soledad. Como ya advertía proféticamente Santa Teresa de Calcuta hace más de 20 años, "la verdadera pobreza que hay en Occidente no es tanto material, sino que es una pobreza de la soledad", una realidad que ahora se confirma con datos estadísticos alarmantes.
Cáritas Sevilla ha desarrollado dos líneas principales de actuación para combatir esta problemática: los proyectos parroquiales de acompañamiento y el programa personalizado de cuidados domiciliarios. "Atendemos a esa pobreza existencial, a la pobreza de vivir solo, independientemente si son mujeres o hombres", explica Galindo, quien destaca que la organización llega donde aún no han llegado los servicios sociales oficiales.

EFE/ Ismael Herrero
Un acompañamiento integral que devuelve la vida
Los equipos de Cáritas en las parroquias sevillanas identifican a los mayores que están solos y les ofrecen visitas regulares, salidas para tomar café, ayuda con las compras y llamadas telefónicas de seguimiento. Además, organizan grupos semanales en las parroquias donde realizan actividades de estimulación cognitiva, formación espiritual y talleres sobre seguridad domiciliaria, medicación y fisioterapia.
El programa más personalizado se centra en cuidados domiciliarios para personas solas con pensiones mínimas que no pueden costear apoyo privado. Este servicio incluye supervisión de medicación, preparación de comidas y mantenimiento de la higiene personal y del hogar, todo ello mientras se tramita la ley de dependencia a través de los servicios sociales municipales.

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Voluntariado senior: el motor del cambio social
El voluntariado de Cáritas está formado principalmente por mujeres de entre 50 y 70 años que dedican su tiempo al trabajo continuado con los mayores. "Son las que tienen disponibilidad y están en el día a día, son los que pueden hacer llegar ese amor de Dios a estos mayores que tanto lo necesitan", destaca la responsable del proyecto.
Los resultados del acompañamiento son evidentes: las personas mayores se encuentran más animadas, se nutren y se medican mejor, y muchos se convierten en miembros activos de sus comunidades parroquiales. La organización también contrata a mujeres formadas en el centro de empleo de Cáritas para los cuidados domiciliarios, creando así un círculo virtuoso de formación y empleo en el sector social.
La labor de Cáritas demuestra cómo la Iglesia detecta y actúa ante las necesidades sociales antes que las instituciones públicas, reforzando el tejido comunitario y ofreciendo respuestas inmediatas a problemas que requieren una atención urgente y personalizada.