La Iglesia cuenta con su propio calendario que todo Cristiano debe conocer. Este domingo 1 de diciembre, a falta de un mes para que concluya el año natural, 2019, arranca el nuevo año litúrgico de la Iglesia. Lo hace con el Adviento, que sirve de preparación para la Navidad, que representa el nacimiento de Jesucristo. En el podcast de 'Siempre aprendiendo' de Josetxo Vera hacemos un repaso con el calendario eclesiástico. 

El calendario anual, marcado por dos celebraciones

El Adviento, la Navidad, la Cuaresma, la Pascua y los tiempos ordinarios constituyen las cinco etapas litúrgicas de la Iglesia Católica. En cada uno de ellos, los sacerdotes visten de color distinto. En el período de preparación (la Cuaresma y el Adviento) lo hacen de morado. De cara a la Navidad y la Pascua, emplean el blanco, y finalmente, en tiempos ordinarios, visten de verde.

Se opta por el rojo en las festividades puntuales del Señor, de los mártires o en Pentecostés. Pero de los cinco periodos, es la Navidad y la Pascua las que marcan el año litúrgico. En esta última se representa el nacimiento de Jesucristo de María Virgen, mientras que en la Pascua, tiene lugar su Pasión, Muerte y Resurrección.

Con la preparación de la Navidad arranca el año litúrgico

Pero para llegar a ambas festividades, hay un periodo de preparación. En el caso de la Navidad es el Adviento, con el que se inicia el año eclesiástico este domingo. Se prolonga durante cuatro domingos hasta llegar al 25 de diciembre. Paños morados en el altar de las iglesias, sacerdotes vestidos de morado o la corona de Adviento, compuesta por cuatro velas que se encienden con el paso de las semanas, sirven para revelar que nos encontramos en este periodo de preparación de la Navidad.

Una vez llegados al día 25 de diciembre y se produce el nacimiento de Jesucristo, comienza la festividad de la Navidad, que se prolonga los dos próximos domingos, con la Fiesta de la Sagrada Familia y el Bautismo de Jesús. Una vez finalizado, llega el tiempo ordinario.

De la Cuaresma a Pentecostés

La Pascua comienza el primer domingo después de que se haya producido la primera luna llena de la primavera. De ahí que la fecha de la Semana Santa cambie cada año. La Cuaresma es el periodo de preparación, con una duración de cuarenta días. Arranca el Miércoles de Ceniza y concluye el Jueves Santo, cuando tiene lugar la Última Cena. El sexto domingo de Cuaresma comienza la Semana Santa, con el conocido como Domingo de Ramos.

El Jueves, Viernes y Sábado Santo, durante la Semana Santa, tiene lugar el Triduo Pascual. El Viernes Santo se recuerda la muerte del Señor, único día del año en el que por cierto no se celebra la Eucaristía como consecuencia de la muerte de Jesús. El Sábado Santo por su parte es día de acompañamiento a la Virgen María, a la espera de la Resurrección del Señor, cuando se celebra la Vigilia Pascual durante la madrugada del domingo. Con el Triduo Pascual se inaugura el tiempo de Pascua que se prolonga por un periodo de cincuenta días, desde la Vigilia y hasta la celebración de Pentecostés.

El resto del año, tiene lugar el tiempo ordinario

Además de los tiempos litúrgicos, pueden tienen lugar celebraciones tales como solemnidad, fiesta, memoria o feria. Son el caso de la Inmaculada Concepción, la fiesta del patrón en cada ciudad o pueblo...