Viene desde Estados Unidos a estudiar al País Vasco y lo que descubre cuando visita San Sebastián hace que se quede a vivir para siempre
Marti Buckley viajó a España para estudiar en la Universidad, en Pamplona, sin saber que eso le acabaría cambiando la vida para siempre

La historia de la estadounidense Marti Buckley
Madrid - Publicado el
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Marti Buckley aterriza en España casi por casualidad, pero lo que vive en el norte del país le cambia la vida para siempre. “Podrías decir que era amor a primera vista”, confiesa durante una charla en Poniendo las Calles con Carlos Moreno, El Pulpo. “Tuve la suerte de hacer unos seis meses estudiando en Pamplona, aterrizando sin saber a dónde iba, y me encantó: la cultura, la gente y, por supuesto, los pinchos”.
Originaria de Alabama (Estados Unidos), Marti decide que quiere volver. “En ese momento ya estaba enfocada en el periodismo y ya era cocinera. Dije: ‘Yo quiero volver al norte’, porque me había enamorado del País Vasco”, explica. San Sebastián, con su prestigio gastronómico y su ambiente costero, se convierte en su destino definitivo. “La cultura de los pinchos, las estrellas Michelin… me pareció como el sitio perfecto”.

Marti Buckley
la fascinación de marti por la comida española
El motivo de la entrevista no puede ser más apropiado: el Día Mundial del Aperitivo. Marti, que ahora triunfa como escritora gastronómica y experta en cocina vasca, reconoce que esta costumbre española le fascina. “Cuando tienes mucho apetito siempre entra mejor la comida, ¿no? El aperitivo es ese momento de transición de tu día a día, del trabajo al ocio. Nada entra mejor que ese primer sorbo de vermú con algo salado, una anchoa o un toque de vinagre”, señala con entusiasmo.
Para Marti, el aperitivo es más que un simple bocado: es una experiencia social. “Une mucho. Los españoles sois los que lo habéis perfeccionado más que en cualquier parte del mundo”, asegura. “Los franceses pueden tener renombre, pero aquí el nivel promedio de cualquier persona para poner un buen aperitivo es altísimo. Y hay un nivel en España como en ningún sitio”.

Pintxos en un bar de San Sebastián, archivo
Instalada en San Sebastián, Marti ha convertido los pinchos en una de sus pasiones y en el tema central de sus libros. “El reto de un pincho bueno es concentrar, concentrar, concentrar y lograr equilibrio en un solo bocado”, explica. “La dedicación de los cocineros para que cada pincho sea perfecto es lo que ha llevado a San Sebastián a ser un destino tan reclamado”.
Su favorito, aunque le cuesta elegir, es toda una delicia clásica: “Me encanta uno que hay en San Sebastián que se llama La Delicia: pan, una anchoa de primera calidad, huevo duro, un poco de mayonesa casera y una vinagreta de cebolla y perejil. Está riquísimo”.
La dedicación de los cocineros para que cada pincho sea perfecto es lo que ha llevado a San Sebastián a ser un destino tan reclamado"
Experta en pintxos
el equilibrio para preparar un aperitivo en casa
A la hora de preparar un aperitivo en casa, Marti recomienda creatividad y equilibrio. “Siempre hay una combinación de umami con un toque de vinagre. Una aceituna con vinagre, una mayonesa untuosa y el umami de una anchoa o un tomate crean una fórmula que impresiona”, apunta. Y no se olvida de lo básico: “Nunca puede faltar un bol de patatas de bolsa y aceitunas. Es el aperitivo por excelencia”.
Cuando se le pregunta si prefiere los aperitivos fríos o calientes, Marti lo tiene claro: “Depende del clima, pero me decanto por el frío, porque me encanta ese toque de vinagre. Y soy muy del vermú, que combina a la perfección con encurtidos y banderillas”. También defiende incluir un pequeño contraste dulce, “como un poco de membrillo o una reducción de balsámico”, aunque reconoce que en España “siempre triunfa más lo salado”.
Su pasión por los encurtidos es casi una declaración de amor. “Las aceitunas, las guindillas en vinagre, las banderillas… me encantan. Son súper infravaloradas y no pueden faltar”, asegura.

Los extranjeros se enamoran de las aceitunas cuando vienen a España
Para esta estadounidense que llegó como estudiante y se convirtió en embajadora de la gastronomía vasca, el aperitivo simboliza la esencia de la vida española. “El fin de semana es el momento perfecto para disfrutar del aperitivo. Si vives en una ciudad medianamente grande, es inevitable parar en un bar y tomar algo. Es parte de la vida diaria”, afirma.
Marti Buckley no solo ha encontrado en San Sebastián un hogar, sino una forma de entender la cocina y la amistad. “Aquí se presta tanta atención al aperitivo como a la comida o la cena, pero sin pretensiones. Eso es lo que lo hace único”, concluye.
Su historia es la de un flechazo gastronómico que se convierte en una nueva vida. De Alabama a Donostia, pasando por Pamplona, Marti demuestra que una visita casual puede convertirse en un destino definitivo cuando la cultura, el sabor y la hospitalidad conquistan el corazón. Y, como ella misma dice, “nada entra mejor que ese primer sorbo de vermú con algo salado”.