La dieta que debes comer si tienes los síntomas del Helicobacter pylori en tu estómago: "5 veces al día"

El Helicobacter pylori es una de las principales causas de molestias estomacales y, si no se trata a tiempo, puede derivar en problemas graves como úlceras gástricas o incluso cáncer. Esta bacteria, que vive en el estómago humano, se alimenta de la mucosa gástrica y la daña lentamente, lo que provoca una serie de síntomas incómodos. En esta ocasión, el doctor Darío Fernández nos ofrece recomendaciones claras sobre cómo podemos ayudar a nuestro estómago a lidiar con esta infección a través de una dieta adecuada, tanto antes como después de recibir tratamiento.

Helicobacter pylori con dieta  

Según el doctor Darío Fernández, la bacteria Helicobacter pylori tiene un mecanismo de defensa muy sofisticado. Su forma helicoidal le permite “taladrar” la pared del estómago, neutralizando el ácido gástrico que normalmente protege contra patógenos. Además, produce una toxina, la ureasa, que impide que nuestro sistema inmunológico actúe de forma eficiente. “Este tipo de bacteria puede permanecer en el estómago durante años sin que el cuerpo pueda eliminarla por sí mismo”, explica el experto.

La dieta juega un papel fundamental en el manejo de esta infección. Alimentos blandos, ricos en fibra, y fáciles de digerir son esenciales para aliviar los síntomas y ayudar a reducir la irritación gástrica. “Es importante comer cinco veces al día, con porciones pequeñas, para no sobrecargar el estómago y mantener un nivel de energía constante”, destaca el doctor Fernández.

El consumo de alimentos ricos en fibra como frutas y verduras cocidas, granos enteros y proteínas magras de carnes como pollo, pavo y pescado, puede ser beneficioso. Estos alimentos no solo son fáciles de digerir, sino que también ayudan a prevenir el estreñimiento, otro síntoma común en quienes sufren de gastritis asociada al Helicobacter pylori.

Una dieta equilibrada  

Una vez diagnosticada la infección por Helicobacter pylori, el tratamiento generalmente incluye antibióticos y medicamentos para reducir la acidez estomacal. No obstante, mantener una dieta adecuada es esencial para maximizar los beneficios del tratamiento y evitar recaídas. "Los probióticos, como el yogur o el kéfir, son especialmente útiles durante el tratamiento, ya que ayudan a equilibrar la flora intestinal, que puede verse alterada por los antibióticos", señala el doctor Fernández.

Los alimentos ricos en ácidos grasos omega-3, como el salmón y el atún, pueden reducir la inflamación en el estómago, mientras que el aceite de oliva y el aguacate, fuentes naturales de grasas saludables, también son recomendables. Asimismo, los pescados blancos como la merluza o el lenguado, junto con lácteos bajos en grasa y sin lactosa, son opciones a considerar. La avena y los purés de verduras, fáciles de digerir, también son recomendados para calmar la acidez y facilitar la digestión.

Mientras estás luchando contra el Helicobacter pylori, es crucial evitar ciertos alimentos que pueden agravar la condición. Los productos en escabeche, los alimentos fritos o procesados, y aquellos con alto contenido en grasas saturadas deben ser eliminados de la dieta. “Es importante no consumir alimentos que puedan irritar más la mucosa gástrica, como los cítricos, los condimentos picantes y los alimentos grasos, ya que empeoran la inflamación y los síntomas”, explica el doctor.

Además, los alimentos que causan gases como las legumbres deben ser consumidos con moderación. Un buen truco es cambiar el agua de cocción de las lentejas después de 10 minutos, y pasarlas por el puré para facilitar su digestión.

Un ejemplo de menú diario  

El doctor Darío Fernández sugiere un ejemplo de menú diario para quienes sufren de Helicobacter pylori. En el desayuno, se puede optar por un kéfir con una tostada de aguacate. A media mañana, una manzana asada sin azúcar, y en la comida, una sopa de fideos sin grasa, acompañada de judías verdes y merluza al vapor con un postre de compota de pera. Para la merienda, un yogur con un plátano maduro, y en la cena, una crema de calabacín o una tortilla francesa acompañada de pan tostado.

Este tipo de menú ayuda a mantener el estómago tranquilo, reduce la inflamación y facilita la absorción de nutrientes esenciales, especialmente durante el tratamiento con antibióticos.