

"Un año después solo podemos estar aquí con las víctimas respetuosamente habitando su dolor, porque habitar, habitar implica fusión y acompañamiento"
Escucha el monólogo de Pilar García de la Granja del miércoles 29 de octubre
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Hace un año, aquí en Utiel, desde donde te estoy hablando, a las 6 de la mañana empezó a llover con fuerza, muchísima fuerza. Este pueblo tiene alrededor de 11000 habitantes. Está pegado a la provincia de Cuenca. Cuenta con 2 institutos que acogen alumnos de hasta 30 aldeas y pueblitos del entorno.
Un instituto arrasado
Estoy frente a 1 de esos institutos, el Alameda. Detrás de mí está la Alameda, a escasos metros del río Magro. En cuestión de 2 horas, este instituto resultó arrasado, y un año después sigue igual. La burocracia, dicen. Esperan que en 4 años recupere la actividad, 4 años.
El monstruo del río Magro
En Utiel, desde donde te hablo hace un año, a esta hora se acumulaban casi 200 litros por metro cuadrado. Estoy viendo a mis espaldas el río Magro, que atraviesa la parte baja de Utiel. No tiene más de 3 metros de ancho y 3 metros de fondo. Imagina un río de 400 metros de ancho y de más de 6 metros de alto. Porque en ese monstruo, en cuestión de horas, se convirtió el río magro. En su crecida, con una velocidad violenta, arrasó con todo a su paso, casas, coches, árboles y vida.
La intuición que salvó 800 vidas
Horas antes del mediodía, a las 7 de la mañana, el alcalde de Utiel, Ricardo Gabaldón, era alertado de decenas de llamadas que llegaban de los vecinos. "La gente nos está llamando, que se están ahogando, y y, bueno, pues la verdad es que es una impotencia no poder hacer nada, porque es que no podemos entrar. Utiel está aislado, porque no puede entrar nadie ha ayudado".
Este hombre tuvo una intuición. Decidió llamar a los autobuses y a los directores de los colegios e institutos. Suspendió las clases esa mañana y salvó 800 vidas. 400 alumnos y sus padres, que se hubieran quedado tirados en las carreteras que aún no están recuperadas.
Suspendió también las clases del conservatorio, Ese conservatorio que dirige Miguel Ángel Almohaciz, y que hoy nos ha acogido en su casa, muy afectada por la riada, más de 3 metros y medio de altura. Un año después, ¿cómo está esta zona, cuyas pérdidas se valoran en 17000000000 de euros, con 100 de carreteras inservibles, sin conexión, por ferrocarril aún, y el dolor de la tragedia?
¿Cómo están sus vecinos? Pues mira, huele a miedo cuando llueve. La gente te sonríe cuando te ve, "gracias por no olvidarnos", te dicen, y están orgullosos de salir adelante. Escucha a Juan, el dueño de la posada, los canilleros.
Uf, sí, yo creo que sí. Fue una situación muy, muy complicada. Yo creo que ahora mismo sí que estaríamos más preparados para para una situación así tan tan complicada.
Un año después, solo podemos estar aquí con las víctimas respetuosamente, habitando su dolor. Acompañar a los vecinos de más de 100 pueblos afectados, a las familias de 237 víctimas mortales, a la comunidad que pide a gritos, que pide a gritos, obra civil e infraestructuras para no jugársela cada otoño.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.



