

Pilar G.Muñiz: “Los debates electorales responden más a una tradición democrática que a una obligación”
- 2 min lectura
Parece que sí, que habrá cara a cara entre Pedro Sánchez y Nuñez Feijóo de cara a las generales. Ahora nos queda saber lo básico; dónde, cómo y cuándo.
Mientras se deciden en el PSOE y PP, te recuerdo que esto del cara a cara lo inauguraron en 1993 Felipe González y el aspirante del PP, José María Aznar. Por cierto, que justo hoy se cumplen 30 años de esas elecciones. Después vinieron más debates, en 2008 Zapatero y Rajoy con momentos tan inolvidables como éste. Rajoy, ya sin niña, repitió en 2011 y 2015, frente a Rubalcaba y Sánchez.
Precisamente en ese año 2015, con la aparición en escena de Podemos y Ciudadanos se rompió el bipartidismo y surgieron los debates múltiples que se repitieron en 2016 y en 2019. En la mayoría de países, todo esto de los debates presidenciales responde más a una tradición democrática que a una obligación. Argentina es de los pocos que los contempla en sus leyes.
En Estados Unidos que tiene una larga tradición de cara a cara entre candidatos, no hay obligación como tal de debatir pero SÍ que existe una Comisión oficial que se encarga de marcar una serie de reglas si, al final, se pactan debates. En España, tampoco existe una obligación legal de hacer debates. Depende de la voluntad de los partidos o de los candidatos.
Tampoco hay una normativa que regule cómo tienen que ser los debates pero desde 2011 si que existe una instrucción de la Junta Electoral Central para que las televisiones o radios públicas que organicen debates tengan en cuenta los principios de pluralismo, igualdad, proporcionalidad y neutralidad informativa. Por ejemplo, esta norma si que obliga a los dirigentes de medios públicos a ajustarse a estos principios en el caso de organizar debates. Esto es lo que ha provocado que algunos partidos hayan presentado recursos ante la junta electoral cuando se han quedado fuera de los debates que se han organizado. También se indica que si hay un cara a cara entre los dos principales candidatos, al resto de partidos (que tengan representación) también se les debe dar la oportunidad de participar en otros debates o proporcionarles espacios informativos suficientes para compensarles. Aunque mucho me temo que al resto de partidos que se quedan fuera del cara a cara, cualquier compensación se les va a quedar muy corta.



