Un grito de angustia y de esperanza
Escucha la Firma de José Luis Restán del jueves 17 de julio

Escucha la Firma de José Luis Restán del jueves 17 de julio
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El arzobispo Jacques Mourad ha regresado hace unos días a su sede de Homs tras participar en Roma en el Sínodo de los Obispos de la Iglesia siro-católica, y sus declaraciones a la agencia FIDES constituyen un grito de esperanza que atraviesa la angustia. Nunca ha sido un hombre de medias palabras, conoce cara a cara al yihadismo y él mismo padeció un secuestro. Su decepción respecto al nuevo gobierno de Damasco es total. Denuncia que se ha desentendido de proteger al pueblo, que en sus cárceles agonizan muchos que no tienen nada que ver con los crímenes del régimen anterior. Más aún, dice que cada vez que oye a los nuevos gobernantes hablar de la “protección” de los cristianos, siente que se les amenaza. “Este Gobierno hace lo mismo que hacía el régimen de Assad, no tiene ningún respeto por el pueblo sirio y su historia”.
El arzobispo Mourad afirma que ahora lo urgente es proteger el patrimonio vivo de Siria, no solo los monumentos. Las siglas del terror cambian de “marca”, pero la persecución continúa, y el pueblo se siente abandonado. En una situación en la que la economía, el sistema educativo y también el sanitario están colapsados, la Iglesia es la única referencia de esperanza para todo el pueblo, no solo para los cristianos. En estos días celebra las primeras comuniones en las parroquias de los pueblos y confiesa que es una alegría que llega al corazón… “, son signos de esperanza que el Señor nos ofrece en nuestra pobreza”. En medio de una situación trágica, la vida de las comunidades eclesiales continúa, y además intentan promover el diálogo y la convivencia entre todos los grupos, en un contexto marcado por el dolor y el resentimiento. Cree fundamental reconstruir el tejido educativo, revivir los centros que puedan acompañar el crecimiento cultural de los jóvenes y facilitar un hogar a los que quieren casarse. Les falta de todo, pero “Jesús quiere que su Iglesia permanezca en Siria”. Sigue habiendo profetas entre nosotros.