La sorprendente historia del pueblo de Burgos con uno de los Récords Guiness más difíciles de conseguir: "Desde el siglo XIX"
Lucía y Hugo encabezan la lista de nombres más comunes entre los recién nacidos en España, pero los clásicos, como Antonio y María del Carmen, siguen dominando

Los nombres menos comunes
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Según el Censo de Población de 2024, publicado por el Instituto Nacional de Estadística, los nombres más frecuentes entre los nacidos en 2023 fueron Lucía, con 3.076 inscripciones, y Hugo, con 3.126. Esta elección marca una clara preferencia por nombres breves, modernos y sonoros.
Pero si hablamos del conjunto de la población española, los clásicos siguen dominando. En España hay actualmente más de 603.000 hombres llamados Antonio y más de 624.000 mujeres registradas como María del Carmen, o su variante popular Mari Carmen. Nombres que evocan tiempos donde el santoral y las costumbres familiares guiaban las decisiones de los padres.
Pasado y presente: el viaje de los nombres
Los nombres hablan de quiénes somos y de cómo cambia la sociedad. Nombres como Acracia, Fraternidad, Frumencio o Valerico marcan un pasado.
Al mismo tiempo, nuevos nombres como Izzal, Zunaisa o Usaid se imponen entre los recién nacidos. Reflejan una sociedad cada vez más multicultural, conectada al mundo a través de las redes sociales, las series, las novelas o simplemente el deseo de diferenciarse.
Huerta de rey, el pueblo con los nombres más raros
Si hay un lugar en España donde el tema de los nombres cobra una dimensión única, ese es Huerta del Rey, una localidad de la provincia de Burgos con apenas 880 habitantes censados en 2024. Este pequeño pueblo ostenta desde 2011 un récord Guinness por ser el lugar con el mayor número de personas con nombres extraños.
Ahí encontramos nombres como Gláfida, Burgundófora, Digna Marciana, Respicio, Godefrido, Ercilio, Evodio, Firmo, Onesíforo o Eiroimides. Aunque suenen inventados, todos son reales. Y su origen se remonta al ingenio de Adolfo Moreno, antiguo secretario del ayuntamiento. La tradición de usar nombres poco comunes inició a principios del siglo XX.
Según dice Syra Moreno, nieta del ideólogo, habían 1.500 habitantes y demasiados se llamaban igual. Para entregar cartas o cobrar impuestos, tenían que recurrir a ‘Mari Carmen la de no sé quién’ o ‘Antonio el del bar’. Así que su abuelo decidió recurrir al martirologio romano, que tenía 7.000 nombres de santos y mártires.

Elección de nombres
La historia detrás del nombre
El historiador Vicente Vivancos, autor de varios libros sobre Huerta del Rey, también compartió su visión sobre cómo han evolucionado los nombres. “Antes todos venían del martirologio, pero ahora los padres escogen nombres de películas, libros o series”, explicó. Aún quedan rastros de la tradición: “Actualmente hay un niño que se llama Clodoveo, como su abuelo, y está muy orgulloso”.
Él mismo vivió en carne propia el dilema moderno de la elección del nombre. Su hija se llama Ayla, un nombre que tuvo que pelear para registrar: “Me enamoré del personaje de un libro, El clan del oso cavernario. Era una niña huérfana que luchaba por sobrevivir. Quise rendirle homenaje a ese espíritu luchador con el nombre de mi hija”.
una sociedad en tranformación
Vivancos señala que estamos ante una “sociedad conectada”, donde la elección de un nombre ya no obedece únicamente a las raíces familiares o religiosas, sino a estímulos globales e inmediatos: “Vemos algo en el móvil que nos gusta y lo ponemos. Así de fácil”. Y aunque reconoce que algunos nombres actuales “son muy complicados”, también celebra esa libertad de elección.
Él mismo, profundamente vinculado a Huerta del Rey, destaca el espíritu acogedor del pueblo y su creciente fama: “Hace solo 10 días se rodó aquí un nuevo anuncio de una bebida muy conocida. La cámara siempre vuelve a Huerta del Rey”.
La evolución de los nombres no solo refleja modas. Habla de una sociedad que cambia, que recuerda sus raíces, pero que también se proyecta hacia nuevas formas de identidad, más diversas y más personales.