Las bacterias y microbios que tenemos en el intestino pueden afectar a nuestra salud mental. El cuerpo humano es un organismo complejo y todo lo que hay en él está relacionado. De los billones de células que tenemos en el cuerpo muchas son nuestras, pero, según Jorge Alcalde, divulgador científico, “otras son acompañantes que forman parte de la microbiota, es decir, de la cantidad de bacterias y microorganismos que son únicos nuestros”.

Al parecer, el equilibrio de estas bacterias tienen mucho que ver con nuestra salud, algunas que son muy claras como los problemas estomacales, pero, también hay otras que no lo son tanto como las que se relacionan con la depresión, la ansiedad e incuso enfermedades neurológicas como la esclerosis.

El doctor Fernando Sarráis, especialista en psiquiatría e investigador en la facultad de medicina de la universidad de Ottawa, ha afirmado en 'La Tarde' que “Lo que entra por la boca baja al intestino, de ahí pasa a la sangre y esa sangre luego llega al cerebro”. Saber cómo funciona el cerebro es, en palabras del doctor, “el gran objetivo del siglo XXI”, y parece que la microbiota tiene mucho que ver en esto.

¿Cómo se cuida la microbiota?

“Todo lo que se refiere al cerebro va muy lentamente, es el caso de las investigaciones sobre el alzhéimer o la demencia, porque no se puede experimentar con el cerebro”, afirma Sarráis. Sabiendo la gran importancia que tiene la microbiótica, es importante también tener en cuenta cómo controlarla, y al parecer el primer paso para ello es ser cuidadoso con el consumo de antibióticos.

“La gente consume antibióticos para cualquier cosa, éstos no hacen nada cuando, por ejemplo, la infección es vírica, tomar antibióticos a la primera de cambio mata además las bacterias que están sanas y se altere el equilibrio”, ha avisado el doctor. Por supuesto, la comida sana y equilibrada juega también un papel fundamental a la hora de cuidar nuestra microbiota, al contrario que el alcohol en exceso o las drogas. El doctor ha señalado también que “una vida sana con deporte y alimentación equilibrada es la mejor manera de tener un intestino y una mente sana”.

Algo curioso es que se pueden trasplantar bacterias de una persona sana a una que no lo esté para tratar de equilibrar la microbiótica de esta, aunque esto es algo excepcional. Según el doctor Sarráis, "la naturaleza es muy sabia y hay que tratar de interferir en ella lo menos posible, porque lo único que podemos conseguir es empeorar una situación”.