Una psicóloga explica la estrategia que debes seguir si tienes miedo a lucir tu cuerpo en verano: "Nuestro cuerpo se ensancha en los meses de calor"
La psicóloga Macu Gortázar advierte que el verano intensifica la presión estética y ofrece pautas para disfrutarlo sin complejos ni obsesionarse con la imagen

Si los complejos con el cuerpo ocupan gran parte del día, se cruza una línea complicada.
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La llegada del calor y las vacaciones trae consigo jornadas de playa, piscina y ropa más ligera. Sin embargo, para muchas personas, esta época del año supone un auténtico reto emocional: enfrentarse a la exposición del propio cuerpo y a la presión estética que se multiplica con las redes sociales. La psicóloga Macu Gortázar, colaboradora habitual de La Tarde de COPE, ofrece consejos prácticos para recuperar la tranquilidad y disfrutar del verano sin obsesionarse con la imagen.
La presión estética, más intensa bajo el sol
Lo cierto es que los complejos están presentes durante todo el año. Sin embargo, en la época estival se utiliza menos ropa que en otras estaciones, además de que es más constante el flujo de vídeos de personas disfrutando de vacaciones en bikini o en bañador. "Esto nos lleva a compararnos y a que los complejos estén a flor de piel", explicaba Gortázar en 'La Tarde de COPE'.
Este mecanismo de comparación, advertía, puede desembocar en pensamientos intrusivos que alimentan la insatisfacción corporal: "Nos decimos que no estamos lo suficientemente en forma, que si nos vemos gordos, flácidos o con arrugas. Esto genera vergüenza —porque creemos que si nosotros lo vemos, los demás también— y culpa, por no haber ‘aprovechado’ el invierno para mejorar nuestro aspecto".

En verano, con frecuencia, mucha gente tiene complejos con su cuerpo.
Esa delgada línea que separa el cuidado saludable de la obsesión es, según la psicóloga, más fina de lo que parece. Incluso personas que llevan una vida equilibrada pueden vivir con un constante automachaque o autosabotaje cada vez que se ponen un bañador.
Señales de alerta: cuando la imagen ocupa todo el día
La especialista señalaba que uno de los indicadores clave de que la relación con el propio cuerpo se ha vuelto tóxica es el tiempo mental que ocupa en nuestro día: "Si pasamos horas mirándonos al espejo o, al contrario, evitamos hacerlo; si medimos partes del cuerpo con las manos; si evitamos ciertas prendas o planes por miedo a sentirnos incómodos… ya hemos cruzado una línea complicada".
Estos comportamientos, añadía, se acompañan de un diálogo dañino interno: "Nos hablamos como nunca lo haríamos con alguien a quien queremos, y eso erosiona mucho la autoestima".
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Para romper este círculo, Gortázar proponía varias estrategias: la primera, aceptar que en verano se lleva menos ropa simplemente porque hace calor y los planes lo requieren: "Igual que en invierno tengo derecho a ponerme un jersey, en verano tengo derecho a ponerme un bikini". También recordaba que el calor provoca que nuestro cuerpo se ensanche de manera natural, por lo que el físico no luce igual que en diciembre, algo completamente normal.
Otras recomendaciones incluyen cuidar hábitos básicos sin caer en restricciones extremas —dormir bien, comer equilibrado— y evitar prácticas obsesivas como pesarse varias veces al día o comprobar continuamente si la ropa entra.
Cómo ayudar a quien sufre complejos
No todas las personas viven este problema en primera persona, pero sí pueden tener cerca a alguien que lo padezca. En estos casos, Gortázar aconsejaba actuar con empatía: "Lo peor es forzar o bromear. Esa persona ya sabe lo que se está perdiendo, pero no puede afrontarlo".
La propuesta es crear "zonas de seguridad", como prendas que sientan cómodamente, o exponer el cuerpo poco a poco a situaciones que le generen inseguridad, empezando por entornos tranquilos y en compañía de alguien de confianza.

Todos los cuerpos son válidos, tanto en invierno como en verano.
El objetivo final, recordaba la psicóloga, es normalizar la diversidad corporal y dejar de pensar que todos están pendientes de nuestra apariencia: "Eres un cuerpo más entre muchos, y la mayoría de la gente está ocupada en sus propios asuntos. La vida es demasiado corta para vivirla escondiéndonos".