Una nutricionista advierte del riesgo de beber agua en tus comidas: ojo a estos síntomas si te aparecen
La nutricionista Elisa Blázquez advierte en 'La Tarde' de los riesgos que corremos con ciertos hábitos que tenemos instaurados

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Temperaturas que sobrepasan los 40 grados, noches tropicales en las que es imposible dormir a pesar de tener la ventana abierta, y muchos sofocos. Son algunos de los elementos que nos está dejando este verano.
Por supuesto, esta estación se asocia con el calor, pero nunca tan extremo como los que estamos viviendo en estos últimos años. Y es que, francamente, es imposible sobrevivir con estas altas temperaturas.
Los expertos no se cansan de decir que tenemos que tomar medidas para evitar golpes de calor y enfermedades derivadas de los mismos. Entre ellas, evitar las horas de mayor incidencia solar, cubrirnos la cabeza y beber muchísima agua. Porque sí, es fundamental estar hidratado.

Una mujer bebiendo agua
Seguro que alguna vez has notado que, después de no beber agua durante muchas horas, has notado un ligero dolor de cabeza que no se te ha pasado hasta que has tomado unos cuantos vasos de agua.
Esto es fundamental para sofocar el calor, hidratarnos, y regular la temperatura de nuestro cuerpo. Sin embargo, no siempre lo hacemos bien.
Los cambios que puedes introducir para beber más agua
Los expertos siempre recomiendan beber 2 litros de agua al día, lo que se traduce en 8 vasos al día aproximadamente. Pero, seamos realistas, no todos bebemos esa cantidad de agua.
Y es que, gran parte del día, nos olvidamos de hacerlo y, al no tener sed, no insertamos ese hábito en nuestra vida. Pero es algo que no debería olvidarse y tendríamos que hacerlo siempre.
La nutricionista Elisa Blázquez explica en 'La Tarde' que, aunque no tengamos sed, es imprescindible beber agua. “En invierno, que no pierdes tanto líquido, en personas jóvenes, pues sí que hay que escuchar la sed. Pero en gente más mayor, en niños, hay que intentar hidratarse constantemente”.
“Muchas veces síntomas como el dolor de cabeza, estar decaído, cuando la orina es muchísimo más oscura. Estas cosas ya nos están diciendo que podemos estar deshidratados” explicaba.

Joven se refresca con agua para mitigar el calor.
Por eso, decía que tenemos que intentar beber agua cada cierto tiempo. Y aunque el agua es insabora, explica que podemos hacer ciertas recetas para evitar que sea “aburrida” y obligarnos a beber más.
“Las hierbas frescas, poner agua con limón y menta o hierba buena, queda riquísimo. Le puedes echar rodajas de pepino, lima o mandarina o cualquier cítrico que quieras y hojas de albahaca. Puedes hacerlo también con fresas y también menta” sugería.
Habla de que sería conveniente poner jengibre al agua, pues tiene un efecto antiinflamatorio que es beneficioso para la salud.
Por qué debemos beber menos en las comidas
Ojo, porque advierte que no todas las bebidas que consumimos son buenas para hidratarnos, ni tienen propiedades. Por supuesto, no solo habla del alcohol, que no es especialmente bueno para el organismo y con su propiedad diurética, hace que te deshidrates.
Lo mismo pasa con los granizados y las bebidas heladas. “Los granizados suelen ser un poco de zumito de limón con unas cuantas cucharadas de azúcar. Cuando te tomas un mojito, te crees que te están hidratando y realmente esa cantidad de azúcar nunca te va a proporcionar una buena hidratación” decía.
Bien atento, porque ella advertía de que hay un hábito que no hacemos del todo bien: beber agua durante la comida. “Es mejor no beber mucho al comer. Es mejor no beber mucho, porque es como si encharcaras el alimento en el estómago. Entonces, las enzimas no hacen bien su trabajo” decía.
“Es mucho mejor que antes de comer, que ese agua va a tener un paso rápido, pues te tomes uno o dos vasos y por lo menos te acuerdas de que ya que te sientas, pues te hidratas” sentenciaba. También dice que es bueno beber un vaso de agua nada más levantarte para estimular el tránsito intestinal.