¿Qué tienen que ver las muelas del juicio con el Homo antecessor hallado en Atapuerca? Pues que este ancestro común de los neandertales y de los humanos modernos, ya no tenía hueco para las muelas del juicio, y hablamos de humanos de hace 900.000 años.

La investigación llevada a cabo por la Universidad de Burdeos y el Grupo de Antropología Dental del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana (CENIEH), ha descubierto que esta especie humana ya padecía lo que sufrimos la mayoría de nosotros, ese terrible dolor de muelas. Y esto ocurría debido a los rasgos modernos de su cara. Es decir, la cara de este niño de Atapuerca, de aproximadamente 10 años de edad y de casi un millón de años de antigüedad ha abierto por primera vez el debate de que el problema de la falta de espacio se deba a una combinación de factores: una cara  más moderna y la magnitud de los dientes. Se desconoce por ahora la evolución particular de este individuo hallado en Atapuerca, pero sus condiciones llevan al estudio a afirmar que podría haber desarrollado caries y hasta quistes. Por lo que habría sufrido un agudo dolor de muelas.

La pregunta por tanto es: ¿si el Homo antecesor ya no tenía hueco para las muelas del juicio, por qué nos siguen saliendo?

Hemos llamado a Laura Martín-Francés, antropóloga dental e investigadora de la Fundación Atapuerca que nos hace una consulta dental milenaria y nos adelanta lo que sucederá: "Las muelas del juicio desaparecerán".

Por ahora solo se tiene constancia de esta anomalía en un individuo de esta especie, pero el desarollo del estudio y de las investigaciones ofrecerán restos fósiles que darán respuesta a la característica del rostro de este Homo antecessor. 

Lo que sabemos con total certeza es que el dolor de muelas seguirá haciéndonos sufrir unos cuantos años más.