Este lunes, Fernando de Haro y Pilar Cisneros se han desplazado hasta una de las regiones más afectadas por los paros del sector del transporte de mercancía. Desde Galicia, cuentan en 'La Tarde' esta noticia desde sus diferentes perspectivas. Ambos se han acercado, entre otros puntos, a La Coruña y Pontevedra para hablar con ganaderos, agricultores y pescaderos para medir las consecuencias de los paros para estos sectores.

Pilar Cisneros también ha hablado con camioneros. Rono ejerce esta profesión desde hace 14 años y forma parte del piquete informativo, que está en la puerta de La Coruña para controlar a los que entran y salen con productos de este puerto, y ha contado en 'La Tarde' que no están impidiendo ni entrar ni salir a nadie. Sin embargo, entiende que haya compañeros más desesperados.

"Yo también comprendo que haya gente muy asfixiada. Y se les va de mano la cosa. Están con el agua al cuello y ven que no sacan la letra para delante y se ven con los camiones embargados. El detonante es la subida del combustible, las amenazas de cobrarnos en las autovías para el 24 y siempre explotan de lo nuestro".

Además, añadía que "esto lo tendríamos que haber hecho antes pero esto ya es insostenible". Rono ha realizado una comparativa del gasto que ahora tienen y ha asegurado que "antes se gastaban 3.000 litros al mes y me suponía sobre los 2.800-3.000. Ahora mismo eso me va casi a 5.000 euros. Y eso, sumado a gastos de ruedas que se han encarecido un montón y el margen nos ha bajado hasta dar pérdidas. Tengo mejor el camión parado que andando. Pedimos una bajada del gasoil", ha contado.

Luis conduce un camión cargado de cereales para llevar a Asturias. No le han impedido entrar. "Es alimentación y los animales tendrán que comer si no, yo paraba sin ningún problema".

Pepe es camionero desde hace 22 años y ha afirmado que "cuando llegué al transporte en el 99 eran pesetas. Llevábamos carbón. Era un trabajo considerado malo y el resultado eran tres partes. Hoy llevo 60.000 pesetas y vas casi con 30. Una diferencia del 50%".

Pepe, Rono y Luis aseguran que seguirán así, por lo menos, dos semanas más. Son conscientes del desabastecimiento pero cuentan que no les queda más remedio. Sus familias les animan y apoyan para que continúen su reivindicación. "Siempre pierden los más inocentes", cuenta resignado Rono.