Estoy frente a la Abadía de Westminster, donde esta mañana ha tenido lugar el Gran Funeral de despedida de Isabel II. En estos momentos, precisamente, están sonando las campanas de Westminster y la ciudad de Londres, muy lentamente, va recuperando la normalidad. Esta mañana ha estado bastante cubierto el cielo, y ahora sin embargo está saliendo el sol. Londres sido una ciudad blindada para proteger a los 500 mandatarios que han participado en ese funeral. De todas maneras sigo teniendo delante de mis ojos a 30 policías británicos, todavía hay gente que se acerca a Westminster a pesar de que el funeral ya hace tiempo que se ha acabado.

Esta mañana he seguido el funeral desde Hyde Park. En Hyde Park se han instalado grandes pantallas y ha sido muy llamativo, cómo ha seguido el pueblo de Londres y no solo de Londres, sino de todos los lugares del Reino Unido que han venido, cómo se ha seguido esa ceremonia.

La gente estaba sentada en la hierba con un gran recogimiento. Parecía que Hyde Park se había convertido en una especie de prolongación de la Abadía de Westminster. He estado hablando con algunas personas, preguntándoles si no estaban cansados ya de 10 días de luto.

Claro, desde España da la sensación de que esto dura mucho. Sin embargo, aquí no hay cansancio alguno, porque sigue siendo una ciudad conmocionada. Hay gente de todo tipo, gente perfectamente vestida, de negro con trajes impecables, hasta gente de extracción social mucho más modesta.

Luego me ha llamado la atención que una vez acabado el funeral mucha gente se ha marchado corriendo hasta el Arco de Windsor, que es donde se ha visto por última vez el cortejo fúnebre antes de salir hacia Windsor.

Se ve en esta celebración que la gente necesita vínculo de unidad, el momento quizá más llamativo ha sido cuando entraba el ataúd de la reina en Westminster Hall. El silencio que ha habido aquí en Hyde Park ha sido más que llamativo.

¿Por qué siguen los británicos 10 días después pegados a la pantalla? Porque hay personas que sirven de unidad y de referencia y los británicos sienten que ella es así. Y luego, que es la historia de la humanidad. Lo que empezó a distinguirnos como hombres hace miles de años fue que empezamos a enterrar con cuidado a nuestros seres queridos.

En la Abadía estaban el rey Felipe VI, la reina Letizia, el rey Juan Carlos I emérito y la reina Sofía. El Ministro de Interior Marlaska ha querido distinguir señalando que solo representaba a España el rey Felipe VI. Eso no lo discute nadie, que son los actuales Jefes de Estado. Pero han estado el rey emérito y la reina Sofía junto a los Jefes del Estado y no ha pasado nada. Lo normal es que los hubiesen sentado 10 bancos más atrás. Son los padres del rey, es lógico que estén cerca.

Desde aquí la sensación es que en España nos hacemos muchos líos. Es verdad que el emérito ha tenido conductas que no han sido ejemplares, pero estar discutiendo sobre si puede venir o no al funeral, es estar discutiendo sobre cosas poco relevantes.