Foto del día: A la mitad hay una barricada pero ha quedado abandonada
Escucha ya la foto del día

Madrid - Publicado el - Actualizado
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Sigo navegando en busca de grandes fotos en este tiempo de cuarentena. Y hoy me he encontrado con un clásico, con una imagen que tomó el fotógrafo Josef Koudelka en 1968, en Praga, cuando se produjo la invasión del ejército soviético. El retrato en blanco y negro es una de calle, una avenida señorial de la que era la antigua capital de Checioslovaquia. La calle es larga y con edificios de una vieja gloria enlucidos ahora con modestia.
El ángulo de la cámara abre la avenida como si en sus dos aceras estuvieran los ejes por los que corre el mundo. La calzada está formada por aquellos adoquines pequeños y primorosos que se encajaban como en un rompecabezas. En el suelo las marcas de las vías del tranvía. Los cables de alimentación de la locomotora como el mapa de un enigma.
La larga avenida, que acaba en una cúpula, está adornada por arbolitos espesos que cumplen su deber ciudadano. La avenida está desierta. Todo está detenido. A la mitad hay una barricada pero ha quedado abandonada. La avenida desierta es como las nuestras, bajo una amenaza que llegó con tanques y que se hizo como la nuestra invisible.
Delante de este gran cuadro un hombre al que no se ve, extiende un brazo con una cazadora y con un puño cerrado. Y su reloj de pulsera, un reloj de pulsera humilde, que marca las 6 y 3 minutos, se convierte en el protagonista. El reloj del anónimo personaje en su muñeca es una denuncia del mal, del poder, que fuerza el confinamiento. Es el tiempo en la muñeca, es el tiempo no dominado, el espacio no encerrado de quien es señor de sus minutos y de su conciencia. Ni los tanques ni las amenazas invisibles dictan el tiempo y el espacio a quien han hecho libre, a quien ha reconquistado su libertad.



