Cinco noches de disturbios por toda Cataluña pero principalmente en las calles de Barcelona, enfrentamiento con la Guardia Urbana, con los Mossos... esta noche se ha saldado con 34 detenidos. Se habla de la libertad de expresión, de Pablo Hasél, pero más allá de la pancarta, se ha destrozado mobiliario y se han saqueado una veintena de tiendas.

Los Mossos tiene que enfretarse a una situación dificil de manjear como explica Inma Viudes, representante del sindicato de Mossos SAP-FEPOL, “parece que no tiene fin, no vemos la luz al final del túnel, dado que este domingo hay otra convocatoria a las 19h. Vivimos esto con muchísima preocupación. Hoy tenemos una reunión con el conseller para tratar varás cuestiones relacionadas con los altercados”.

Estos días de altercados se ha notado un incremento de la violencia; aplican tácticas de guerrilla urbana coordinadas, con emboscadas a furgones policiales, algo que nada tiene que ver con la improvisación. “El punto d e inflexión lo vimos en los altercados post sentencia de 2019 y es un patrón que se está repitendo, el objetivo claro es el policía, hacer el mayor daño posible. Tenemos imágenes que son escalofriantes; intentos de quemar una furgoneta policial", explica.

Viudes señala que "la Policía necesita herramientas para contener esta violencia. Ellos tienen la violencia desmesurada y nosotros debemos tener la legitimidad de la fuerza. Cualquier agente que sale estos días tiene que hacerlo con la garantía de que volverá sano y salvo a casa. Se tiene que garantizar su integridad física y jurídica, ya que estamos viendo un debate constante sobre la actuación de la Policía. El Parlament nos da unas herramientas pero luego no nos da garantía jurídica para poder trabajar".

ELECCIONES Y DISTURBIOS

Todo este asunto de Hasél ha estallado tras las elecciones, en plena negociación para formar un gobierno en Cataluña y hay partidos como CUP o JxCat que han señalado la actuación de los Mossos estos días. La policía catalana se ve en medio de la polémica política. Estos partidos que pueden llegar al poder señalan a la policía como parte del problema y no como parte de la solución.

“Somos moneda de cambio” indica Viudes, “es preocupante que además de ser la diana de los violentos seamos la diana de esta clase política”. “Como colectivo necesitamos defensa sin paliativos de las acusaciones que se realizan desde ciertos sectores políticos que nos acusan de violencia contra ciertos sectores de la sociedad”.

La representante del sindicato ha lamentado que han tenido que escuchar barbaridades como que son un "peligro público". "Esto genera un caldo de cultivo inaceptable para todos esos compañeros que se dejan la piel protegiendo a la sociedad”. Si hay que revisar el modelo de orden público que se revise; no disponemos de herramientas para, por ejemplo, garantizar la distancia en la fuerza, que es lo que se nos pide" concluye.

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