

"Cada bomba que cae, cada niño que muere de hambre, cada civil ejecutado, le da más fuerza a Hamás. Muchos le reprochan a Netanyahu, en Israel, que no tiene un plan, y que la vida de los rehenes no es un juego"
Escucha la reflexión sobre la actualidad de Fernando de Haro de este sábado, 20 de septiembre de 2025
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Muy buenos días a los madrugadores del fin de semana, muy buenos días a los que todavía no se han acostado, a los que tienen la inteligencia de estar ya despiertos en un sábado como este, sábado 20 de septiembre.
Ojo, que después del calor de los últimos días, empieza ya el descenso de las temperaturas. Vamos a tener un día inestable, sobre todo, en la zona norte de la península, por la entrada de un frente atlántico, van a empezar a bajar las temperaturas. Todavía, en algunas zonas de Canarias y en el Guadalquivir, tendrán 35 grados, pero comienza un descenso de las temperaturas que será más acusado mañana, domingo.
Sammy Baroud tiene 35 años y 7 hijos. Ya no vive en su casa, vive en una tienda con sus hijos y con su mujer, en una calle de la zona oeste de la ciudad de Gaza, de la zona que está cerca del mar. Si un médico con medios en un hospital de verdad pudiera examinar a los hijos de Sammy, les diagnosticaría, seguramente, desnutrición. Hace mucho tiempo que los hijos de Sammy no comen bien. Un kilo de harina, si lo encuentra, le cuesta a Sammy 35 euros.
35 euros por un kilo de harina, y claro, Sammy no tiene 35 euros para comprar un kilo de harina, porque hace ya mucho tiempo que no tiene trabajo. Los hijos de Sammy hace mucho tiempo que no beben agua limpia, que no se lavan de verdad, que no tienen medicinas. Los hijos de Sammy hace mucho tiempo que no duermen una noche entera sin escuchar el ruido de las bombas.
El ruido de las bombas israelíes se ha hecho más intenso en la ciudad de Gaza en las últimas horas. El ejército israelí ha anunciado este viernes una operación sin precedentes contra la ciudad de Gaza, y conminó hace ya unos días a la población de Gaza abandonar la capital. Ayer venció el plazo que dio el ejército de Israel a los gazatíes para que abandonen la ciudad. Muchos siguen allí. La advertencia de que se va a lanzar una operación sin precedentes contra la ciudad de Gaza llega mientras no cesan los ataques aéreos con drones y aviones de combate.
El ejército israelí, que ya está presente en la zona este de la ciudad, quiere avanzar hacia la zona oeste donde vive Sammy Baroud, y también quiere avanzar el ejército hasta o hacia la zona centro de la ciudad. Para abandonar la ciudad de Gaza en este momento, solo se puede ir hacia el sur, a través de una calle, una calle que ya es desgraciadamente famosa, que es la calle Rashid.
Había otra manera de salir de la ciudad, pero el ejército israelí la ha cortado. La famosa calle Rashid discurre por un paisaje urbano absolutamente apocalíptico, nublados al mar y, al otro lado, de escampados cubiertos de escombros, decenas de edificios convertidos en ruinas. La calle está atestada a estas horas de coches, de familias que intentan marcharse con poco más de lo puesto, con colchones atados con cuerdas al techo de viejos vehículos.
En la calle Rashid, la cola de personas que caminan de coches avanza de forma muy lenta, mientras se escuchan sin parar las bombas. 250.000 personas han sido obligadas a salir de la ciudad. Y Sammy no está en la cola para marcharse, no está en la cola, porque no está obedeciendo las órdenes del ejército israelí.
Otras 500.000 personas, medio millón de personas, tampoco están saliendo de la ciudad. Vamos a ver qué sucede en las próximas horas. Sammy explica que no tiene ni coche, ni carro, ni nada que se le parezca para marcharse. Hace unos días, por enésima vez, se volvió a cortar la entrada de ayuda humanitaria. Sammy no sale de la ciudad de Gaza porque tiene miedo a morir él, sus hijos, en la carretera, o que, en su marcha hacia el sur, encuentre más problemas todavía de los que tiene.
Lo que teme Sammy es que, al salir de la ciudad de Gaza, sea aún más difícil encontrar comida. Ya hace algunas semanas, el jefe del ejército israelí, el general Eyal Zamir, en una reunión de gobierno le avisó a Netanyahu que no era nada conveniente lanzar esta operación, que se está lanzando en este momento, contra la ciudad de Gaza, tomar el control de la ciudad de Gaza.
¿Por qué? Pues porque no se iba a conseguir lo que Netanyahu viene prometiendo desde hace tiempo, la victoria sobre Hamás, y porque la vida de los rehenes, que todavía se pueden rescatar, correría más peligro. Pero, a pesar de las advertencias del ejército, del general Eyal Zamir, Netanyahu insiste en que la victoria total sobre Hamás está cerca.
Es una quimera, porque siempre que dice Netanyahu eso, lo que sucede es lo contrario. Cada bomba que cae, cada niño que muere de hambre, cada civil ejecutado, le da más fuerza a Hamás. Muchos le reprochan a Netanyahu, en Israel, que no tiene plan, y que la vida de los rehenes no es un juego.
Ayer, por ejemplo, un columnista de Haaretz, que es un periódico crítico con Netanyahu, un columnista que se llama Ariel Levite, decía que Israel está cada vez más aislado internacionalmente, la sociedad israelí está cada vez más fracturada, y que la liberación de los rehenes está cada vez más lejos. Levite sostiene que, lejos de estar Israel próximo a la victoria sobre Hamás, Netanyahu se está acercando a una derrota aplastante para Israel. Netanyahu va a entregar a Hamás una victoria estratégica.