Antonio Herraiz: "La elevada cifra de sanitarios contagiados se explica también por la falta de medios"

La pandemia del coronavirus nos sigue dejando dos realidades inseparables. Por delante, siempre hemos destacado la sanitaria. Hablamos de salvar vidas, de la salud, y eso es lo prioritario. Pero el agujero económico que nos deja esta crisis es incomparable con cualquier otro periodo cercano. Y termina afectando también a la salud.

Hoy hemos conocido los datos del paro del mes de abril. Son históricos por malos. Por muy malos. Desde que se activó el estado de alarma, la Seguridad Social ha perdido casi un millón de afiliados. Si nos fijamos sólo en abril, este mes se cerró con 283.000 parados más, lo que acerca a España a la cifra de 4 millones de desempleados. Un mes en el que se han destruido medio millón de puestos de trabajo de media y, a día de hoy, el desempleo es un 20% mayor que hace un año.

La foto es sólo una aproximación porque el golpe laboral es mucho más fuerte de lo que indican estas cifras que no contemplan ni los cuatro millones de españoles afectados por un ERTE ni los autónomos que se han acogido al cese de actividad.

Aquí nos hacemos muchas preguntas. ¿Esto es coyuntural y en cuanto superemos la pandemia volverá la recuperación? No, no es la previsión y los expertos insisten en que a una caída en picado le va a seguir una recuperación lenta. Que nadie espere algo proporcional. ¿Hemos tocado suelo? La respuesta es negativa porque el paro pasará del 14 al 19%, según lo que Moncloa le ha enviado a Bruselas. Y luego está el frente político. ¿Cómo va a salir el Gobierno de esta crisis? La economía es el factor fundamental que hace tambalearse a cualquier gobierno, más al nuestro con una evidente debilidad parlamentaria. Es muy pronto para aventurar cambios, pero ya estamos viendo cómo sus socios prioritarios comienzan a bajarse del barco a las primeras de cambio.

En cuanto a las cifras del coronavirus, nos siguen diciendo que la evolución es buena. Hoy han repuntado los muertos y los contagiados. 185 fallecidos en un solo día y 867 infectados, que son sólo los positivos con prueba PCR. Si sumamos los positivos en test rápidos, en España se han registrado más de 250.000 contagiados.

Es preocupante la situación de los sanitarios. Hay más de 43.000 contagiados. Los infectados crecen un 40% en dos semanas y, ¿qué dice el Gobierno? Que no hay que alarmarse. La mayoría están reincorporados a su trabajo y a ellos la enfermedad les golpea menos que a la población general. Conclusión, según Fernando Simón: no hay que preocuparse porque mueren menos y van menos a la UCI. Así lo explica el portavoz: “Sabemos que la admisión en la UCI también es menor, el 1% o 1’3% comparado con el 6 % de la población general; y sabemos también que entre otras cosas porque su edad y sus vulnerabilidades son menores que en la población general también tienen una letalidad menor, el 0’1 comparado con el 7’8 en los casos de la población general”.

Es evidente que nuestros sanitarios tienen un riesgo mayor. Pero en muchos casos han estado expuestos por encima de lo que implica su trabajo. Y en algún momento, ya no Fernando Simón, el Gobierno tendrá que aclarar la repercusión real que tuvo la distribución de mascarillas defectuosas, la tardanza en los test a sanitarios, que en muchos casos todavía no han llegado, y también la escasez de medios con la que han tenido que combatir esta pandemia.