El "pecado original" que bloquea a la ONU para solucionar conflictos como Palestina o Ucrania: "Es bastante inoperante"
La 79ª Asamblea General de Naciones Unidas, marcada por las críticas de Trump y la guerra en Gaza, reabre el debate sobre la verdadera eficacia del organismo

El presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, habla en el debate general de la 80ª Reunión Plenaria de la Asamblea General de las Naciones Unidas que se celebra en la sede de la ONU en Nueva York con el tema: Mejor juntos: 80 años y más para la paz, el desarrollo y los derechos humanos.
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Nueva York se ha convertido durante una semana en el epicentro de la diplomacia mundial con la celebración de la Asamblea General de las Naciones Unidas. En el programa ‘La Linterna’ de COPE, Ángel Expósito ha analizado en ‘El tema del día’ las claves de una cumbre donde los helicópteros sobrevolando Manhattan y las calles cortadas por convoyes oficiales son el telón de fondo de negociaciones, discursos y gestos medidos al milímetro en los pasillos alfombrados del icónico edificio de vidrio a orillas del East River.
Las excentricidades de Trump
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¿Para qué sirve la ONU?
Como es habitual, Donald Trump ha acaparado gran parte del protagonismo. Su llegada a la asamblea estuvo marcada por un incidente con una escalera mecánica que se detuvo a medio camino, provocando su enfado. “Si la primera dama no hubiera estado en plena forma, se habría caído”, afirmó, ordenando una investigación que apuntó a un posible error involuntario de un cámara. Poco después, un fallo en el teleprompter durante su discurso le sirvió para atacar al organismo: “No me importa pronunciar este discurso sin el teleprompter, porque el teleprompter no funciona”.
Trump ha aprovechado su intervención para arremeter contra la ONU, acusándola de fomentar la inmigración irregular, mentir sobre la crisis climática y no haberle ayudado a “poner fin a las guerras en el mundo”. Sin embargo, en un giro característico, tras reunirse con el secretario general, António Guterres, matizó su postura y declaró que su país apoya a Naciones Unidas “al 100 por 100”, reconociendo que “el potencial de paz de esta institución es enorme”. Sus contradicciones muestran cómo Trump pone en cuestión la utilidad de Naciones Unidas mientras navega sus propias relaciones diplomáticas, como demuestra la comparecencia de Trump en la Asamblea de la ONU.

El presidente francés, Emmanuel Macron, copresidió la Conferencia Internacional de Alto Nivel para la Solución Pacífica de la Cuestión de Palestina y la Implementación de la Solución de Dos Estados en el salón de la sede de las Naciones Unidas durante la 80.ª Asamblea General de las Naciones Unidas.
El “pecado original” que bloquea a la ONU
Más allá de las anécdotas, el debate de fondo sobre la eficacia real del organismo ha vuelto con fuerza. Inocencio Arias, exembajador de España ante la ONU, ha afirmado en ‘La Linterna’ que, aunque “si no existieran las Naciones Unidas, habría que inventarlas”, la organización es “bastante inoperante” en su principal cometido: garantizar la paz y la seguridad. El diplomático ha señalado directamente al culpable: el derecho a veto de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad.
Esto es una auténtica monstruosidad"
Exembajador de España ante la ONU
“Cuando Putin invade Ucrania, no se puede discutir en el Consejo de Seguridad porque Putin no quiere. Y cuando Israel se excede en su respuesta a Hamás, no se puede decir nada porque Estados Unidos lo frena”, ha explicado Arias. Para el exembajador, este mecanismo heredado de la Segunda Guerra Mundial es una “auténtica monstruosidad” que paraliza a la ONU en los temas cruciales, aunque ha reconocido su “muy buen papel” en áreas como la protección a la infancia, la defensa de la mujer o los refugiados.
Gaza y Ucrania marcan la agenda
La guerra en Gaza ha sido, sin duda, el tema central. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha dado un paso al frente al anunciar que “Francia reconoce el estado de Palestina”, una declaración a la que se han sumado otros ocho países, elevando a 157 el número de naciones que apoyan esta causa. El debate sobre el reconocimiento de Palestina llega a la ONU en un momento crítico, con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, reafirmando que “la franja de Gaza es parte integrante del estado de Palestina”.

Humo saliendo de las ruinas de la ciudad de Gaza tras los ataques aéreos israelíes
La guerra en Ucrania también ha tenido un peso fundamental. El presidente Volodímir Zelenski ha lamentado la debilidad de las instituciones internacionales para detener el conflicto, asegurando que “no hay garantías de seguridad, salvo los amigos y las armas”. Sus palabras han resonado en los pasillos donde también se ha producido un encuentro con el presidente Pedro Sánchez, quien le ha agradecido sus esfuerzos por la paz.
En este contexto, el discurso del rey Felipe VI en la ONU ha sido calificado por Inocencio Arias como “bastante entonado, muy equilibrado y bien construido”. El exembajador ha destacado que el monarca “ha tocado los temas que debe tratar” y ha sabido escapar de la “trampa” de utilizar la palabra “genocidio”, un término que, según Arias, no puede emplearse hasta que el Tribunal Penal Internacional lo dictamine como tal.
Cristina Gallac, exsecretaria general adjunta de la ONU, ha coincidido en que “en un mundo que tiende al caos, un sistema internacional multilateral de gobernanza es más imprescindible que nunca”. Sin embargo, ha matizado que “la mayor parte de los fallos grandes los cometen los estados”, y ha pedido no culpar al sistema de las decisiones de los gobiernos que lo integran. Con todo, y como concluía Luis del Val, la ONU, al igual que los sindicatos, es una organización que, pese a sus defectos, “si no existiera, también habría que inventarla”.