Los países mediterráneos, a diferencia de los nórdicos, suelen ser mas “besucones”, digamos que va en nuestro código genético. Pero eso no quita que con el beso se pueden transmitir una serie de enfermedades que analizaba este miércoles el director médico de COPE, Esteban Pérez Almeida.

La saliva está formada en un 99% de agua, y la parte restante la integran hasta tres mil componentes sólidos como bicarbonato, fosfato, amilasa, lipasa e histatina; pero, además, entre los componentes sólidos se encuentran anticuerpos como la Inmunoglobulina que elimina posibles bacterias que ingresen al organismo. Aun así, son varias las enfermedades que podemos contraer con un simple beso. En concreto: el Herpes labial, la Mononucleosis infecciosa y el Sarampión.

El herpes labial

Los herpes labiales, también conocidos como “calenturas”, son pequeñas ampollas dolorosas que aparecen en la boca, aunque también pueden aparecer en otras partes de la cara como alrededor la nariz. Un dato característico es que las ampollas están llenas de un líquido sobre el que posteriormente se forma la costra para ya finalmente desaparecer en el plazo de una a dos semanas .

Un dato curioso y singular del Herpes Simplex tipo 1 es que, una vez que ha producido la infección, son nuestras defensas las que salen en escena para protegernos y en el momento en que nuestras defensas le dan ”para el pelo “ y ganan la batalla ,lo que hace el virus es retirarse a los cuarteles de invierno, donde permanece agazapado esperando el momento propicio en el que nuestras defensas bajen la guardia. Es ahí en donde vuelve de nuevo a la carga; “por eso es por lo que los pacientes ya saben que ante situaciones de estrés o en las mujeres la menstruación o sencillamente en momentos de frío ambiental el herpes vuelve al ataque con sus pupitas”, explica Almeida.

Si bien es cierto que, muchos pacientes al estar acostumbrados ya saben que cuando notan hormigueo o entumecimiento alrededor de la boca es señal de que en poco tiempo les aparecerá las ampollas del Herpes Tipo 1.

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Ya por ultimo, en lo referente al herpes labial, comentar, en cuanto al tratamiento, que con frecuencia se utilizan medicamentos para tratar los primeros episodios o las recurrencia del herpes, “pero es bueno que sepamos que los fármacos pueden disminuir la duración de los síntomas y su gravedad, pero no curar la infección”, añade.

La mononucleosis

La mononucleosis es una enfermedad producida por un virus, el de Epstein Barr, aunque otros virus como el citomegalovirus también pueden ocasionarla. Su período de incubación puede llegar a ser de 40 días y el contagio se produce por la transmisión del virus a través de la saliva, donde el germen puede permanecer vivo varias horas, de ahí que se denomine también “enfermedad del beso”.

A esta enfermedad la reconocemos fácilmente por la sintomatología, que es como cualquier cuadro catarral, pero al que se le añade un aumento de los ganglios del cuerpo (adenopatía): la zona del cuello es la más afectada. Suelen volverse grandes, simétricos, de consistencia dura, móviles y dolorosos a la palpación. En el 95% de los casos, se encuentran en la zona cervical y occipital, aunque también pueden afectar a otra cadena de ganglios, como las de axilas o ingles.

El sarampión

El sarampión sí que era una enfermedad bastante controlada gracias a las vacunas y ahora, “por los papistontos irresponsables” estamos viendo cómo, de vez en cuando, aparece un foco. El contagio del Sarampión también es a través de la saliva y las gotas que expulsamos al toser o al hablar y los síntomas principales son fiebre alta, tos, moqueo, ojos enrojecidos / llorosos y el clásico sarpullido del sarampión con manchas rojas que suele aparecer primero en la cara y detrás de las orejas para luego extenderse hacia abajo al pecho y la espalda, y finalmente a los pies.

“Ante estos síntomas si que es muy urgente acudir a tu centro de salud, ya que el Sarampión es una enfermedad terriblemente contagiosa”, alerta Pérez Almeida en La Linterna.