"La obsesión política de Pedro Sánchez es Isabel Díaz Ayuso hasta el extremo, hasta matar la carrera del propio fiscal general del Estado"

La clave del caso fiscal general del Estado no es Alberto González Amador ni su litigio con Hacienda, no. La clave es Isabel Díaz Ayuso, objetivo número uno de Pedro Sánchez. Alguien no hace tanto tiempo atrás en Hacienda o en cualquier otro departamento debió advertir a Moncloa y por lo tanto a su Sanchidad que un tal González Amado tenía un litigio con Hacienda, un litigio importante por presunto fraude fiscal.

Pues vale, ¿qué ocurre? Que el tal González Amador, alguien alerta, es el novio de Isabel Díaz Ayuso, se encienden todas las alarmas y entonces alguien en Moncloa, posiblemente su propia sanchidad, dice, "A por ella, de esta nos la cargamos". Llamar a Álvaro García Ortiz y que suelte la bomba de la negociación. con la fiscalía y a partir de ahí empieza el follón. A partir de ahí, ¿qué es lo que ocurre? Problema. 

Que Isabel Díaz Ayuso sigue como un tiro. Lo de Óscar López empieza a ser inenarrable y Álvaro García Ortiz queda como el tonto útil obedeciendo a su amo y señor y sentado, acusado ante el Tribunal Supremo de Revelación de Secretos. Y no hay más. La obsesión política de Pedro Sánchez es Isabel Díaz Ayuso hasta el extremo, hasta matar la carrera del propio fiscal general. Y ahí los tienes.