La Escuela de Hostelería de Madrid: un salvavidas para los más necesitados

La Escuela de Hostelería de Madrid está muy cerquita de la casa de campo. Tienen una gran historia a sus espaldas y chefs como Juan Mari Arzac se han formado en estas cocinas.Es impresionante ver trabajar a los chavales con sus delantales, con los gorros y también con sus mascarilla, con todas las medidas de seguridad. Ellos sí que se lavan las manos constantemente. Pero lo que más impresiona es que saben que aquellos que van a recibir la comida les necesitan.

Aquí todo el mundo pone su granito de arena. Todo el mundo arrima el hombro. Los alumnos aprenden y los profes como Diego se siente orgullosos de lo que están haciendo.Una vez que el menú está hecho, se coloca en tuppers y se mete en la cámara.Todo este proceso se hace bajo unas estrictas medidas de higiene. Isabel o Dani, se entrega a Juan – el responsable de Cáritas en la parroquia de Nuestra señora del Rosario en Batán – y acaba en casa de Carlos o de Ana y de su niño de 10 años. Todo es un proceso. En el que todos colaboran, todos ponen de su parte para no dejar atrás a nadie. Esto vuelve a demostrar lo mismo que te dije cuando hace unos días visitamos IFEMA: cuando se trabaja en equipo se pueden hacer grandes cosas. Se pueden hacer cosas maravillosas.