La anciana con un bebé en brazos que se ha hecho con las calles de Roma
Una abuela rumana sujeta a su nieto en brazos y se ha hecho 'viral' gracias al Papa Francisco

La anciana con un bebé en brazos que se ha hecho con las calles de Roma
Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Vivimos tiempos convulsos y extraños. Las noticias dramáticas que deja la pandemia del coronavirus se entremezclan también con las historias de esperanza, de entrega y de sacrificio. Hemos hablado mucho de las personas mayores en los últimos meses. Y también lo ha hecho el Papa Francisco.
Hoy quiero que te vengas conmigo hasta las calles de la siempre imponente Roma. Una ciudad que desde que existe, ha destacado por su grandeza. Pues es en esta ciudad, que ha vivido mil batallas, donde cobra protagonismo... una anciana.
Tiene la tez morena y arrugada por el paso de los años. Debajo de un humilde pañuelo marrón, se adivina un pequeño mechón de pelo blanco. La dureza de sus facciones marcadas por decenas de arrugas, desentona con unos ojos que se rasgan para acompañar a una sonrisa. Su ropa es modesta, de un color algo más claro que el pañuelo que cubre su cabeza, pero nada de todo esto es lo que más destaca de esta imagen.
Lo que más choca son sus manos. Por su rigidez, por su fuerza y por la manera en la que las extiende sujetando a un bebé. Un pequeño niño que se asoma con una mirada curiosa y asombrada de entre sus ropas blancas como la nieve.
No es una estampa de la Virgen María o de algún santo. Pero es una imagen que durante estos días circula por las calles de Roma. Esta tierna postal, la de esta anciana sujetando a un bebé, es una fotografía que se tomó durante el viaje del Santo Padre a Rumanía en el año 2019.
La protagonista es una anciana rumana que sostiene a su nieto en brazos durante una de las visitas del Pontífice. Durante estos días en Roma, el Papa Francisco ha repartido esta imagen a modo de ‘estampita’, con una pequeña oración en el reverso. Un bonito gesto del Papa que nos vuelve a recordar la importancia de nuestros mayores en la sociedad. Que son nuestras “raíces” como decía hace unos meses, y que también de alguna forma nos sostienen y nos ofrecen a lo alto, para guiarnos en nuestro caminar.