De 14 libros que ha escrito la periodista Marta Robles, dos son de novela negra, pero las cuentas pendientes pueden estar en todos. Y el que no lo reconozca, miente. “La mala Suerte” es la última novela que escribe entre la vida familiar y la profesional porque reconoce que “no puedo parar de escribir”.

Ya en el colegio se mosquearon con ella, porque algunas de sus redacciones eran algo truculentas. Pero ella se deja llevar por lo que ve, con personajes que le conquistan, como el detective Roures “un personaje muy sólido, y que me había conquistado por ser un detective de braguetas”. Un libro que plantea dos preguntas ¿qué están dispuestas a hacer las personas con tal de ser padres? Y Robles se alarma “porque los padres nos llenamos la boca diciendo que ser padres es de ser generosos pero tengo la sensación de que los hijos dan más”. Y esa conclusión la saca el lector con los argumentos que se dan de sobra en esta novela.

Una novela dedicada a sus tres hijos “porque las novelas deben llevar la voz de los jóvenes y tienen que hablar como jóvenes”. Uno de sus hijos es skater, y por eso no es casualidad que haya 3 skaters fundamentales en la trama.

Es una historia que escribe a ratitos, de lo que vive y de lo que inventa, pues “las novelas no tienen que ser verdad, tienen que ser verosímiles”. Eso cuando son novelas porque entre nosotros, “hay novelas que son redacciones largas”.