Cuando tenía apenas once años encontró en el desván de la casa de su tío Roberto un libro sobre un grupo de amigos que, durante un partido de fútbol, presencian la aparición de un OVNI. La lectura le aterrorizó pero su impresión fue aún mayor cuando, a la mañana siguiente, leyó en el periódico un titular que narraba el avistamiento de un OVNI en un pueblo de Álava, a tan solo 28 km de Vitoria, su ciudad natal. Iker y su primo cogieron las bicicletas y corrieron a interrogar a los testigos del acontecimiento. Años después llevaría a estos mismos testigos a su programa Cuarto Milenio. Dice de su interés por el mundo del misterio: “No es un inicio por haber estado en la facultad y haber querido asomarte como una línea profesional, es una pasión vital y yo espero que el público lo perciba”.

Con el tiempo empezó a grabar vídeos en los que contaba historias sobrenaturales que había encontrado en los libros. Cuando emigró a Madrid conoció a su amigo Lorenzo, también apasionado por el misterio, y empezaron un programa que emitían en radios pirata, pagando con lo poco que tenían por tener la oportunidad de contarle al mundo lo que tanto les interesaba. La constancia y el destino le llevaron a Cadena SER, donde le dieron un programa a las cuatro de la mañana: “Es la soledad más grande que yo he vivido, estábamos solamente el técnico y yo”.

Antonio García Ferreras, que entonces era el director de la cadena, le ofreció un programa de verano y le pidió que no le decepcionase pero, cuando estaba a punto de empezar a locutar el primer programa, el técnico le dijo que todos los documentos que había preparado habían desaparecido de la cinta: “Es el mayor misterio de mi vida”. Su mujer, Carmen, tuvo que volver a re-grabar todo en el momento para salvar la emisión.

El próximo domingo 11 vuelve 'Cuarto Milenio' y traerá grandes sorpresas para la audiencia. En el programa compararán el escáner de un cerebro normal con el de una persona que asegura ver cosas que los demás no pueden ver: “Nunca se ha hecho”.