La conversación que mantuvo el juez Emilio Calatayud con un compañero de la mili que marcó su vida: "Me convenció"
El reputado juez de menores de Granada se jubila y, en 'Herrera en COPE', hacemos un recorrido por su trayectoria a través de su propio testimonio

La conversación que mantuvo el juez Emilio Calatayud con un compañero de la mili que marcó su vida: "Me convenció"
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La mayoría de jubilaciones pasa inadvertida. Salvo para familiares, amigos y el entorno más próximo. El protagonista de esta jubilación de la que hablamos en 'Herrera en COPE' es Emilio Calatayud. Siempre ha hablado claro. Cuelga la toga y queremos homenajearle, compartiendo su trayectoria con todos los oyentes. Un juez que ha dejado huella en Granada.
Calatayud explica que llevaba un tiempo de baja y "ya me he ido acostumbrando a la nueva situación. No ha sido de la noche al día, ha habido un periodo de transición".
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Emilio Calatayud, Juez de Menores de Granada
Echando la vista atrás, recordamos que no decidió ser juez por vocación. Lo suyo con la justicia fue por casualidad. Relata que nunca soñó con ello. Él "era un chaval normal, mal estudiante y nunca había pensado ser juez. Fueron casualidades de la vida. Estuve de abogado 3 años. Empecé a ejercer de ello y ahora que está esto de la titulitis, pues empecé trabajando de autónomo. No me gustaba".
Entonces, después de tres años, decidió dejar la abogacía. Le tocó defender a un señor que había robado una moto. Que tenía vinculación con el presidente de la Audiencia. "Yo intenté defenderlo lo mejor posible. Pero que no me gustaba la vida de abogado. Es una vida muy dura. Tienes que tener una agilidad mental". Calatayud quería un sueldo fijo y, así, volvió a Madrid. Estuvo vendiendo papel en una empresa y empezó en Madrid a 'tontear' con oposiciones. Le llamaron a la mili. Tuvo que dejar la empresa. Y se fue a hacer las prácticas de la mili, de sargento.
"en ocho meses y diez días, me saqué la oposición"
Coincidió con un compañero suyo que, durante el tiempo que estuvo de abogado, preparó inspección de hacienda. Pero suspendió. El primer día que llegaron a la mili "me empezó a comer el coco: ¿por qué no nos hacemos jueces? Que nos ponemos tú y yo nos sacamos. Me dio la lata seis meses y me convenció. Y en ocho meses y diez días, pues me saqué la oposición".

Juez Calatayud
"Yo lo que quería era un sueldo fijo. Punto. Y salió juez, pues salió juez. Y punto", explica en 'Herrera en COPE'.
"EL ESPÍRITU DE LA LEY ERA LA REINSERCIÓN O LA REEDUCACIÓN"
Por otro lado, ha llamado al sentido común y conocer las circunstancias de cada uno de los chavales con las que ha trabajado siendo juez. "He visto de todo. En menores, el espíritu de la ley era la reinserción o la reeducación. Esa ha sido mi filosofía". Condenó a un chaval para aprender a leer y escribir. "Le dije que dentro de seis meses, le examinaba. Y aprendió".
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"La jurisdicción ha sido muy agradecida. Los choricillos son buenas personas. Solamente hace falta que maduren un poco", indica.
La lista de Calatayud es muy larga. Tiene muchísimos casos que relatar. No te pierdas la entrevista completa en el audio adjunto. Y las muchísimas alertas que relata.




