¿Sabes cuántas veces te ríes al día? Si te ríes entre 15-25 veces al día, según un estudio de la Universidad de Kansas sobre Psicología, eres más feliz. Y no sólo eso, la risa refuerza el sistema inmunitario y, a nivel psicológico, te ayuda a ser más resolutivo cuando tienes un problema.

Y no sabes lo bueno que es ese típico un ataque de risa, de esos que no puedes parar y después te duele todo el cuerpo. Esto se debe, precisamente, a que la risa involucra movimientos tanto de la boca, como del cuerpo entero. Para que te hagas una idea, cuando nos reímos se mueven 30 músculos en la zona de cabeza, y 430 músculos corporales, que se dicen pronto.

Los niños sonríen una media de 300 veces al día, un adolescente cerca de 80 veces y un adulto, sólo 10-20 veces, y eso en el mejor de los casos, en un día bueno

Además, también hay que tener en cuenta que hay diferentes tipos de humor que consiguen hacernos un poquito más felices, y de ellos vamos a hablar.

El primero es la risa por contagio, como por ejemplo la de un bebé. Seguro que al escuchar a un pequeño niño riéndose estamos todos con la sonrisa de oreja a oreja. Y eso nos pasa también cuando estamos con una persona y de repente está trochándose de risa, involuntariamente nosotros sonreímos.

Otra forma de reírnos la tenemos a través de los chistes. Y, los monólogos.

Si ya hemos comprobado que la risa nos ayuda en nuestro día a día, imagínate lo necesario que puede ser, por ejemplo en un hospital, donde los pacientes pasan días y días ingresados.

Y, en esta ocasión, nos fijamos más concretamente en los niños, que además de visita de los médicos cada día, reciben las de los “doctores de la risa” que tienen una labor muy valiosa en el proceso de la enfermedad de un niño. Los acompañan cada día y como no, en los momentos más complicados, por ejemplo, cuando tienen que bajar a quirófano.

Aquí, en ‘Herrera en COPE’, les hemos querido conocer más de cerca y hablamos con uno de ellos, con Agustín Pérez-Rubio, o como le llaman los niños. "Dr. Petanka". Tiene 40 años, es de Madrid y lleva ejerciendo de ‘Doctor sonrisas’ 3 años. Trabaja para la Fundación Theodoray nos explica en qué consiste su trabajo “acompañamos al niño que está hospitalizado, al núcleo familiar y también, ahora, con mucha insistencia al personal sanitario cuidando de su salud mental”.

Agustín lleva ropa de lucha libre, unas rodilleras de volleyboll, paletas, un gorro.... y para él esta labor es tan gratificante que desde que hizo las prácticas en la Fundación Theodora, se quedó sin palabra, por una experiencia que vivió en la UCI de un hospital cuando “le estaba cantando una nana a un niño y una enfermera me dijo que siguiera cantando porque le estaban subiendo los niveles de oxígeno”. Confiesa Agustín que “no sé lo que es, pero ayuda”.

Y eso que no siempre lo tienen fácil, ya que de primeras hay niños que se muestran reacios a su presencia, como nos cuenta Pérez “la primera vez que vamos a visitarlos a la habitación, algunos niños nos dicen ‘vete de aquí’; y también nos pasa una segunda vez, y a la tercera cuando vuelvo a entrar en esa habitación soy yo el que le dicho ‘vete de aquí’ y de repente se crea un vínculo con ellos”.

Como repetimos, el humor es muy importante para nuestra salud, y por ello existen también terapias para ayudarnos a reír. José Elías es psicólogo y pionero en la aplicación y divulgación de la risoterapia como terapia para influir sobre el estado ánimo.

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Y lo primero que afirma este psicólogo es que “la risa es sana, y la más sana es aquella que tiene efectos psicoterapéuticos que es la risa allana, la franca, la que nos hace mover tantos músculos del cuerpo”.

Además, como nos explica José “la risa nos proporciona una serie de sustancias que segregamos en el cuerpo”. Y esas sustancias son:

“La dopamina, que es un neuro transmisor, que eleva nuestro estado de ánimo. Por eso isa al hablar de la risa por contagio, aunque estemos tristes y vemos a alguien con risa contagiosa, necesariamente tenemos que reír”.

“La sedotonina, una endorfina con efectos calmantes y analgésicos. Por eso, cuando estamos un poco tristes o tenemos un pequeño dolor de cabeza y vamos a un lugar alegre y feliz, pues ese pequeño dolor de cabeza y esa tristeza, desaparece también”.

“La adrenalina, que nos hace estar más despiertos, receptivos y, sobre todo, creativos. Es decir, vemos la realidad con más intensidad y además jugamos con ella y eso es el sentido del humor, aprender a jugar con la vida, con los hechos cotidianos y verlos desde ópticas diferentes, más alegres y más felices”.

Asegura el psicólogo que “con el tiempo vamos perdiendo la risa. Cuanto más mayores nos hacemos, más relativizamos las cosas y mejor podemos distanciarnos de ellas, que es lo que hace la risa muchas veces”.

En las sesiones de risoterapia “no se cuentan chistes”, dice Elías pero sí se “habla de la risa, de lo que es la risa y hacemos ejercicios para perder el sentido del ridículo, porque muchas veces no nos permite reírnos es el sentido del ridículo que tenemos”

Afirma el psicólogo que “la risa es la distancia menor que existe entre las personas”.

Concluye José Elías con una frase que hace reflexionar: “lo más importante es reírse para contagiarse de salud, conseguir lo que queremos”.