Jorge Bustos: "Cómo se le ocurre a una 'gabinetera' mandar al programa de Risto Mejide este mensaje, sabiendo cómo es Risto"
El periodista comenta en Herrera en COPE el encontronazo del presentador de Cuatro con una invitada a la que recriminó el mensaje de su jefa de prensa

Madrid - Publicado el - Actualizado
5 min lectura
El programa 'Herrera en COPE' abordó este jueves la creciente tensión entre los gabinetes de comunicación de los partidos políticos y los medios, ejemplificada en el reciente enfrentamiento ocurrido en el programa de Risto Mejide con la portavoz socialista en la Asamblea de Madrid, Mar Espinar. Durante la sección 'Maneras de vivir', dirigida por Carlos Herrera y protagonizada por Jorge Bustos y María José Navarro, se analizó con detalle el intento de condicionamiento editorial por parte del equipo de la política.
La polémica estalló cuando Mejide, en directo y con Espinar como invitada, leyó un mensaje que su producción había recibido del gabinete de la socialista. Navarro contextualizó el hecho: "Esto pasó en el programa de Risto, cuya invitada era la portavoz socialista en la Asamblea de Madrid, Mar Espinar". Acto seguido, procedió a narrar cómo el presentador desveló que desde el equipo de Espinar se habían puesto en contacto con el programa para señalar que los temas previstos —entre los que se encontraba el caso de las banderas— eran "secundarios y caribeños", y que no coincidían con los que ella estaba viendo en los informativos. La gota que colmó el vaso fue la acusación de que abordar el caso de José Luis Ábalos era hacer "casquería".
Fue en este punto donde Jorge Bustos, columnista y colaborador habitual, expresó su incredulidad ante la torpeza estratégica del gabinete. Con un tono entre perplejo y admonitorio, sentenció: "Pero también a quién se le ocurre a la gabinetera esta mandar al programa de Risto, sabiendo como es Risto, este mensaje, es jugársela mucho". Esta afirmación se convirtió en el centro del análisis, subrayando la previsibilidad de la reacción de un comunicador conocido por su carácter independiente y su aversión a cualquier intento de manipulación.
Bustos no solo criticó la falta de perspicacia del equipo de prensa, sino que también destacó el valor de Mejide al transparentar la situación. Al exponer las presiones recibidas en pleno directo y con la interesada delante, el presentador reafirmó la independencia de su espacio frente a lo que calificó como intentos de "dirigir" los contenidos por parte de los partidos. "Este programa, a diferencia de otras cadenas, no está dirigido por ningún partido político", afirmó Mejide, una declaración que Bustos celebró con un contundente: "Toma".
María José Navarro matizó la postura, apuntando a que este tipo de presiones son, por desgracia, una práctica mucho más habitual de lo que parece en el día a día de los medios. "A ver, yo creo, Risto, si tuviéramos que comentar los periodistas todo lo que os pasa de puertas para dentro y la cantidad de llamadas que se reciben...", reflexionó, insinuando que lo excepcional no fue el intento de condicionamiento, sino el hecho de que saliera a la luz de manera tan explícita y contundente. No obstante, coincidió con Bustos en la evaluación de la jugada: "Conociendo a Risto es pasarse el pitón muy cerca".
Otros temas analizados en 'Maneras de vivir'
La sección, no obstante, abarcó otros asuntos de candente actualidad. El primero y más destacado fue la suspensión indefinida del presentador Jimmy Kimmel por parte de la cadena ABC tras sus comentarios sobre el asesinato del activista conservador Charlie Kirk. Al respecto, Jorge Bustos calificó el despido como "un disparate", afirmando que "puedes discrepar, pero desde luego cargarse a un comunicador por una opinión es un disparate". Navarro añadió que Donald Trump había celebrado la noticia y que se rumoreaba con Jimmy Fallon como posible próximo objetivo .
Más sobre Herrera en COPE
También se abordó el estilo intimidatorio de Trump hacia la prensa, ejemplificado en un altercado con un periodista australiano al que el presidente ordenó "cállate" y amenazó con quejar a sus superiores. Asimismo, se mencionó de pasada el lucrativo negocio de la familia presidencial con un cripto token, que reportó 5.000 millones de dólares, una cifra que Pilar Cisneros, otra colaboradora, ironizó calificando de "calderilla".
Por último, se comentó el inusual comunicado de RTVE en defensa de dos de sus colaboradoras, Sara Santaolalla y Laura Arroyo, frente a "ataques indiscriminados" de partidos políticos y ciudadanos. Bustos ironizó sobre la situación, apuntando que hoy en día "a no ser que no seas analista, sino una especie de miembro del gobierno camuflado", en clara alusión a la dificultad de ejercer el análisis político libre de acusaciones y presiones partidistas .
El espacio, conducido por Carlos Herrera, concluyó con una reflexión compartida sobre el estado de la libertad de prensa y las crecientes dificultades que encuentran los comunicadores para ejercer su labor sin injerencias, ya sean de grupos de poder político o de corporaciones mediáticas sometidas a presiones comerciales y regulatorias .
Contexto general de la polémica con Risto Mejide
El incidente en 'Todo es Mentira' no es un hecho aislado, sino un síntoma de una tendencia más amplia en la relación entre la clase política y los medios de comunicación. Los gabinetes de prensa de los partidos, especialmente aquellos en el gobierno o con aspiraciones de gobernar, han perfeccionado técnicas de control editorial que van desde la concesión privilegiada de entrevistas hasta la presión directa sobre la dirección de los medios o, como en este caso, sobre la producción concreta de un programa.

Jorge Bustos y Antonio Naranjo en Valencia
La reacción de Risto Mejide, haciendo transparente la presión recibida, es una respuesta cada vez más común entre periodistas que se resisten a este tipo de manipulación. Sin embargo, como apuntó Navarro, por cada caso que estalla públicamente, hay decenas de llamadas y mensajes que nunca trascienden pero que acaban condicionando los contenidos que ven los ciudadanos. La anécdota, por tanto, sirve para ilustrar una batalla sorda pero constante por el control del relato, donde la independencia periodística se ve constantemente puesta a prueba. La reflexión final de Bustos apunta a la esencia del problema: la subestimación de la inteligencia y la integridad de los comunicadores por parte de quienes pretenden dirigir el debate público.